Acorralado por la oposición, el presidente Pedro Sánchez no tuvo más salida que convocar a elecciones legislativas anticipadas, las terceras en menos de cuatro años en España, lo que demuestra la inestabilidad política de un país con un Parlamento muy fragmentado.

Los esfuerzos del jefe del Gobierno español por obtener la aprobación del Presupuesto de 2019 estaban condenados al fracaso.

El adelanto electoral resultaba inaplazable, ya que el líder socialista no goza de la mayoría parlamentaria, y es blanco de serios cuestionamientos por negociar con los catalanes que demandan un referendo sobre su independencia.

Y si a esto se le suma el compromiso de Sánchez de defender el orden constitucional de España, lo más probable es que estos aliados independentistas le dieran la espalda. Y así fue.

Aquí no cabe duda de que el pulso independentista se encuentra en el centro del debate en España y la ultraderecha está llamando a las puertas del Congreso de los Diputados.

Todo parece indicar que Sánchez se enfrenta a una elección compleja, prevista para el próximo 28 de abril, lo que refleja un nuevo episodio que marcará el rumbo político del país europeo.

Luego de casi nueve meses de haber llegado al poder, el dirigente socialista se ha visto obligado a convocar a elecciones generales como la única manera de volver a encauzar el rumbo. Pero no hará garantía de que esto arroje un resultado favorable.

Como se recordará, Sánchez llegó a la jefatura del Ejecutivo el 1 de junio de 2018, cuando ganó una moción de censura contra el anterior jefe del Gobierno, el conservador Mariano Rajoy del Partido Popular (PP), con el voto de socialistas, Unidos Podemos (izquierda), los nacionalistas vascos y los independentistas catalanes.

La cuestión independentista

La convocatoria a elecciones, según Mariano García de las Heras González, investigador de la Universidad Complutense de Madrid, en el contexto actual indica la fuerza de los partidos que defienden la autodeterminación de Cataluña que, a pesar de ser minoritarias a escala estatal, “son hegemónicas en el nivel autonómico y pueden resultar fundamentales en el desarrollo del poder Ejecutivo”.

Y señala, que todo ello viene precedido de la ruptura en el diálogo entre el Gobierno y la Generalitat (sistema institucional y político de la comunidad autónoma española de Cataluña).

Además destaca el analista, a esto se le añade que un mes después, en mayo, se celebrarán comicios autonómicos y municipales, lo que puede influir en una baja participación.

Cristian Rojas, director del Programa de Ciencias Políticas de La Sabana, tiene otra visión sobre la actual situación política española.

Según el experto, más allá de los periodos formales por las propias dinámicas de un sistema español o de un sistema general parlamentario, “lo propio es que se convoque a elecciones por razones políticas democráticas, como lo prometió Pedro Sánchez cuando asumió como presidente del Gobierno español.

En ese sentido, reitera que se trata de un gobierno que no tiene las mayorías necesarias parlamentarias, lo que quedó en evidencia con la incapacidad de aprobar los Presupuestos Generales.

Por ello, Sánchez se ve en la obligación de llamar a elecciones a efectos de que la conformación de un nuevo gobierno tenga el apoyo suficiente para sacar adelante lo mínimo de una agenda pública, como lo es el tema presupuestario, subraya Rojas.

Resultado incierto

Pero a todas luces es una situación incierta, apunta Rubén Sánchez, profesor de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, quien califica el llamado anticipado a elecciones como “un riesgo muy grande” para el presidente español, “pero también es una posibilidad”.

En esa línea, el analista internacional considera que es una apuesta política, que tocaba hacerla de antemano porque si no le aprobaban los Presupuestos Generales, lo más seguro es que renunciara.

Sánchez no se ha afianzado en el Palacio de la Moncloa, porque el gran problema de España es Cataluña. Si bien los independentistas apoyaron su llegada al poder, también le dieron la espalda con el tema de los Presupuestos, explica el experto. Es decir, peligra la integridad de España y Sánchez es consciente de ello.

Si bien los números parecen favorecer a la derecha por una estrecha ventaja, el profesor Sánchez asegura que tampoco se puede subestimar la reacción frente a los independentistas catalanes y la política social que adelantaba el presidente español en el tema social en materia de desempleo y pensiones, que le permitan al Partido Social Obrero Español (PSOE) repuntar.

Refuerza dicha apreciación en el hecho de que las encuestas indican que el partido más votado sería el del socialista Sánchez, seguido por el PP (conservador) y el VOX (extrema derecha), esta última que no deja de generar incertidumbre.

Esta opinión es compartida por el investigador Mariano García de las Heras González, quien observa previsible una victoria electoral del PSOE, aunque admite que la suma será insuficiente para obtener una mayoría que facilite la formación de Gobierno.

De hecho, ilustra que “las elecciones andaluzas celebradas en Andalucía el pasado mes de diciembre son un buen indicador para sostener esa afirmación, ya que la cuestión territorial provocada por la situación en Cataluña tiene una notable influencia en la escena política estatal”.

¿Derecha, viento en popa?

Sin embargo, el director del Programa de Ciencias Políticas de La Sabana da por sentada una victoria de la derecha española.

En efecto, Rojas predice que lo que va a pasar es que habrá un cambio de gobierno y ese gobierno será de centro derecha, pero estima que estará más hacia la derecha que el último gobierno del Partido Popular que fue el de Mariano Rajoy. Esto teniendo en cuenta que Pedro Casado es un hombre más conservador y la alianza con VOX presionará la coalición hacia la derecha.

Así las cosas, se prevé un significativo giro político en España.

El juego de las coaliciones

 En medio de este escenario electoral, también se pone a prueba el liderazgo de la formación política de centro izquierda Unidos Podemos, en cabeza de Pablo Iglesias.

Para el experto Rubén Sánchez, Podemos está muy debilitado porque sus apoyos se han venido desinflando. Lo mismo ocurre con VOX, que, si bien ha recogido buena parte de la derecha, también genera resistencia, sin contar que el Partido Popular está muy desacreditado por los casos de corrupción; así que las coaliciones son el escenario más factible a futuro, concluye el profesor Sánchez.

Dato

 Según recientes sondeos, el PSOE marcharía primero en las elecciones con 24% de votos, le seguirían PP (21%), Ciudadanos (18%), Unidos Podemos (15%) y VOX con el 11%.

Dato

 Sánchez es el tercer presidente socialista del Gobierno español desde 1977, pese a que el PSOE solo tiene 84 diputados en una Cámara de 350 escaños.