La Unidad de Información Financiera (UIF), cuya función es averiguar maniobras de lavado de activos, entre otras, “ordenó el congelamiento de los activos de la organización terrorista Hezbolá, entidades específicas del ala militar que integran la misma y líderes de la organización”, según un comunicado.
La declaración se difundió el mismo día en que la nutrida colectividad judía de Argentina y organizaciones de familiares de las víctimas evocaron el hecho y repitieron su demanda de justicia frente a los crímenes impunes.
En varios actos públicos, de alto tono emotivo, se volvió a reclamar castigo a los responsables frente a la impunidad que rodea el caso, sin que haya podido ser esclarecido aún el atentado contra Amia.
La justicia argentina tiene libradas y en vigencia desde 2007 circulares rojas de arresto por Interpol contra iraníes, luego de haber acusado al expresidente de Irán Ali Rafsanjani y a su estado mayor político y militar como instigadores de la bomba que también causó 300 heridos.
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