Los últimos ensayos armamentísticos se hicieron a primera hora desde la provincia norcoreana de Hwanghae del Sur, el mismo lugar desde donde el régimen norcoreano efectúo sus otros tres lanzamientos en un plazo de 13 días, según informó el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano.
A partir de los primeros datos recopilados, los ejércitos de Seúl y Washington creen que en las cuatro rondas Pionyang testó un nuevo tipo de misiles balísticos de corto alcance similar al que ya probó el pasado mayo, según dijo un portavoz del JCS.
Junto a esta nueva exhibición de poderío militar, el régimen que lidera Kim Jong-un volvió a protestar por las maniobras castrenses que comenzaron este lunes Corea del Sur y Estados Unidos, y advirtió a los aliados sobre posibles represalias por dichos ejercicios, a través de un comunicado de su Ministerio de Asuntos Exteriores.
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