PUBLICIDAD
“El dramático incremento en el número de niños y niñas migrantes desplazándose a través de la selva del Darién destaca la urgente necesidad de acción para protegerles y garantizar su acceso a servicios esenciales como agua, salud e higiene”, dijo la representante de Unicef en Panamá, Kyungsun Kim, a través de un comunicado.
El tapón de Darién, como se conoce a la frontera entre ambos países, es el único punto donde se interrumpe la carretera panamericana y estuvo durante muchos años bajo el dominio de las extintas Farc siendo también el centro de operaciones del Frente 57, que mantuvo enfrentamientos contra el cuerpo fronterizo panameño.
Hoy en día, la selva darienita, de 580.000 hectáreas de extensión, es un paso de droga, pero sobre todo se utiliza para el tráfico de personas que quieren llegar hasta Estados Unidos o Canadá huyendo de sus países.
Cifra
24.000 personas de más de 50 nacionalidades cruzaron la selva el año pasado.
Comentarios