Vacuna ‘made in USA’: Una poderosa arma electoral

Crédito: FOTO ILUSTRACIÓN / VANGUARDIA - EL NUEVO DÍADemócratas y el presidente Donald Trump, enfrentados por la ciencia.
La comunidad científica ha advertido que la vacuna contra el Covid-19 no está sujeta al calendario político en EE.UU., y que no se pueden tomar atajos para desarrollarla en un país donde la segunda ola de coronavirus cobra fuerza.
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Los 200 mil muertos y los  siete millones de contagiados del Covid-19  en Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia, tienen la reelección de Donald Trump ‘pendiendo de un hilo’, o literalmente de una vacuna antes del 3 de noviembre.

A menos de dos meses de las elecciones y en medio de una contienda electoral muy reñida, donde el rival demócrata Joe Biden aventaja por estrecho margen en los sondeos a Trump a nivel nacional, el acceso a la futura vacuna del coronavirus puede marcar la diferencia entre ganar o perder en las urnas.

El tema, en la recta final de campaña, se ha convertido en una poderosa arma política. Trump y Biden se acusan mutuamente de politizar la potencial vacuna, y de socavar la confianza de los estadounidenses sobre la eficacia y la seguridad de la misma.

Incluso, expertos del mismo Gobierno y los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de EE.UU. han terciado en la polémica, y han desmentido al propio presidente, coincidiendo en que la vacuna no llegará a la población a escala masiva, hasta 2021.

Hay que recordar que  las dos principales candidatas a convertirse en vacunas contra el coronavirus en Estados Unidos son desarrolladas por los laboratorios estadounidenses Pfizer y Moderna. Ambas avanzan en fase III, la última etapa de ensayos clínicos en humanos.  

David Castrillón, docente  e investigador de la Universidad Externado de Colombia, señala que al inicio del año parecía que Trump tenía garantizada la reelección, pero todo cambió con la pandemia.

En ese orden de ideas, afirma que con las 200 mil víctimas y una economía en caos, (hasta agosto pasado había 13,5 millones de desempleados en el país), Trump hoy se enfrenta a un entorno electoral muy difícil.

Por esa razón cree que el  presidente republicano ha insistido en  el desarrollo y la aprobación de una vacuna antes de las elecciones, “mostrándose así como el salvador del pueblo estadounidense y de todo el mundo”.

Sin embargo, advierte que este tipo de proceso para acelerar la consecución de una vacuna pone muchas vidas en riesgo y lo califica como una “grosería política”.

No es la primera vez que  esto ocurre. Castrillón se refiere a que Trump, quien ha defendido que no minimizó la amenaza que suponía la pandemia, pregonó en su momento los supuestos beneficios del tratamiento con plasma y la hidroxicloroquina, solo para después desmentirlo.

Para él no es de extrañar que muchos en Estados Unidos no confíen en una vacuna, aludiendo a una reciente encuesta que  reveló que solo el 51% de los ciudadanos se  aplicará la vacuna si estuviera hoy disponible en el mercado.

Los demócratas, por su parte, agrega el experto, han criticado al presidente Trump, acusándolo de presionar  a la ciencia y las farmacéuticas con fines políticos, porque saben muy bien que está en juego la Presidencia. 

“Esta es una muestra más de un Estados Unidos fragmentado, uno en el que aun frente al tema de salud, republicanos y demócratas no se ponen de acuerdo”, explica Castrillón.

 

Discusión ética

La viróloga María Fernanda Gutiérrez, del Departamento de Microbiología de la Pontificia Universidad Javeriana, considera que se trata de un problema de ética, y la ciencia y especialmente para los laboratorios de esta envergadura, el compromiso con el mundo es suficente grande.

Pone de ejemplo, que el caso de AstraZeneca asociada con la Universidad británica de Oxford, de mostrar el proceso, “es una demostración de que están tratanto de ser transparantes”.

La experta reconoce que a estas alturas todas las farmacéuticas que están desarrollando vacunas están siendo presionadas para acelerar el proceso para hallar una cura al virus, independiente de que uno de ellos sea Donald Trump. En la actualidad, nueve proyectos se encuentran en la fase más avanzada.

Trump está jugando con la política (...) Me gustaría ver qué dicen los científicos. Si me costara las elecciones, lo haría. Necesitamos una vacuna y la necesitamos ahora.

Joe Biden, candidato demócrata.

 

Estamos muy cerca de tener una vacuna, podrían ser 3 o 4 semanas. La Administración anterior habría tardado quizás años en tener una vacuna gracias a la FDA y las aprobaciones.

Donald Trump, presidente de EE.UU.

Credito
ÁNGELA CASTRO ARIZA

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