Yo, gobernador (III)

Alberto Bejarano Ávila

En esta entrega de la sucinta presentación del plan de gobierno para el periodo 2024-2027 de mi hipotética o fantasiosa Gobernación señalo que, además de lo planteado en anteriores entregas y, faltando mucho por decir, la Secretaría de la Unidad Tolimense, apoyada en otras secretarías, la Cancillería y organizaciones sociales del Tolima, elaborará una caracterización sociológica del tolimensismo en el mundo y trazará un plan para atraer la diáspora a nuestro día a día, dando pautas para crear asociaciones de tolimenses en varios sitios del mundo y así asociar, a la visión de futuro del “Tolima tangible”, afectos, saberes y potencialidades del “Tolima virtual”.
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De tal forma se forjaría el nuevo Tolima con participación (es extrapolación) de tres millones de tolimenses unidos para construir historia.

Para sustentar la idea recordemos que en Vitoria, España, desde unas dos décadas existe la Asociación Colombia-Euskadi (País Vasco), creada por tolimenses que emigraron por falta de oportunidades y que, en ese lapso, lograron recursos de cooperación para Ibagué por varios miles de millones de pesos para proyectos rurales, educativos, de género y más, dineros en gran parte aportados por el Ayuntamiento de Vitoria y que, además, gestionaron el acuerdo de hermanamiento entre la capital Vasca e Ibagué. También Colombia-Euskadi logró que en varios momentos el Tolima fuera visitado por el director de cooperación, concejales y otros funcionarios, prestos a crear nexos de cooperación técnica; recuerdo la visita del gerente de Amvisa, empresa de aguas de Vitoria, cuya gestión de calidad, junto al “anillo verde” y otras envidiables razones, motivaron que, en 2012, Vitoria fuese elegida Capital Verde Europea. 

También y por oficios de Colombia-Euskadi, en estos años varios alcaldes de Ibagué visitaron a Vitoria y, digo yo, sin saber para qué, pues su racionalidad no les permitía entender asuntos de cooperación internacional en materia económica, técnica, de mercados, de transferencias de conocimientos y demás anchuras de la globalización y por ello, como prototípicos turistas fueron a mirar, más no a ver. 

Sin aludir a las remesas para no trivializar el rol de los migrantes, apelé a este poco conocido ejemplo de nuestra diáspora (habrá más) para enaltecer su valía moral e intelectual y así sustentar el por qué animar la asociación de tolimenses en el mundo como estrategia que nos permita ser globales y aperturistas sin sacrificar nuestra identidad, que es fundamento imprescindible para construir prosperidad real para los tolimenses.

Las secretarías de Desarrollo y Unidad Tolimense, invitarán al sector cooperativo a construir, un plan de fomento cooperativo, con énfasis en tres áreas: a) reconvertir el cooperativismo de ahorro y crédito como base para reconstruir el sistema financiero del Tolima a efectos de que el capital y los réditos sean de tolimenses; b) Crear agroindustria cooperativa buscando apoyo de los ministros de agricultura, trabajo y tecnología y el cooperativismo agroindustrial de países como Canadá y España; c) Con ayuda  de la cooperación internacional y gobiernos, crear una cooperativa piloto (municipal comunal) para generar energía solar. Continúa…

 

Alberto Bejarano Ávila

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