Vivimos en una sociedad capitalista. Eso hace que se piense, se sueñe y se actúe en medio de la ideología capitalista, caracterizada por generar personas individualistas y egoístas; movidas por el afán de poseer; impulsadas por el sentido de la competencia. Como corolario, se produce una sociedad excluyente, insolidaria, donde la soledad, la vida de las apariencias y la depresión son pan de cada día. Los individuos que componen esta sociedad, son egoístas, solitarios, excluidos y ávidos por tener.

Parte de las luchas que se hacen patentes en la cotidianidad es la búsqueda de reconocimiento y participación. Las reivindicaciones femeninas, de las negritudes, de indígenas, campesinos, Lgbti, entre otros, están inflamadas por la necesidad de ser reconocidos como actores sociales. La misma sociedad capitalista, como tubo de escape, ha creado mecanismos de compensación que permiten el desfogue de los descontentos sociales sin afectar el establecimiento.

Las redes sociales son uno de ellos. La gente se siente participando, comunicada, reconocida y conectada. Muchos jóvenes acuden a las redes y participan en ellas. Sin embargo, muchos lo hacen desde el anonimato, desde la clandestinidad de un seudónimo o de un nombre falso con foto ficticia. De esa forma algunos pueden insultar de manera impune, opinar sin asumir responsabilidades, escribir sin preocuparse de la ortografía o de la redacción, expresar lo que se piensa sin necesidad de escuchar al otro, y tratar de hacerse reconocer por su capacidad de matoneo o de convocación a la barbarie. Otra faceta que ha ganado terreno es tratar de hacer humor de las desgracias del prójimo.

Ya habíamos comentado que en muchos videos jocosos muestran niños que se caen de los columpios, personas que se tropiezan aparatosamente, o que caen a alcantarillas sin tapa o se chocan con vidrios que no ven, etc. El dolor generando risa. Por eso a muchos les parece gracia burlarse del dolor de los demás…Sin ánimo que restarle a la falta cometida por el joven universitario que a través de las redes se burlaba de una tragedia reciente, y sin querer decir que no deba asumir las consecuencias de sus actos, vale la pena reflexionar que él es un producto de esta sociedad.

Que seguramente son muchos los que insultan y se burlan por la redes. Que atacan la violencia con más violencia y la discriminación con más discriminación. Que se escudan en el anonimato para denostar de lo que les parece malo. Que quieren hacerse célebres con burlas y chistes flojos sobre temas luctuosos. Si hubiesen linchado al joven, algunos como perros de presa habrían descargado sus frustraciones, odios y fantasmas, pero todo seguiría igual, con egoísmos, soledades, vanidades, injusticias, afán por tener, y muchos deseos de figuración a cualquier costo… El expresidente Uribe por las redes sociales expresó que si su candidato no gana las elecciones él desconocerá el triunfo del ganador. ¿No es una invitación al desorden, una incitación a la revuelta, un muy mal ejemplo para la juventud y la sociedad y una irresponsabilidad?.