Amor por la vida

Óscar Barreto Quiroga

Ahora que los años nos pasan factura en materia de salud, ya sea porque siendo jóvenes no nos cuidamos o porque aun sabiendo de nuestro genotipo, no tomamos las medidas para prevenir cualquier enfermedad nos llegan las reflexiones sobre la vida, las formas de vivirla y el amor que le debemos tener.

No cabe duda que a la sociedad entera, a todos, nos estremecen, las noticias sobre suicidio, el impacto que este produce sobre el entorno familiar y el contexto social de la víctima, es muy negativo, por eso desde el Gobierno departamental la estrategia de “Amor por la Vida” ha sido un programa, que nos ha permitido llegar a toda la sociedad entera; la institucionalidad, las universidades, las empresas, los transportadores, los líderes religiosos, la clase política, los estudiantes, los ciudadanos, los medios de comunicación, en fin, hemos logrado crear una gran red para transmitir el mensaje de amor por la vida, de agradecimiento a Dios por el don de la vida y de convertirnos todos, en gestores de vida.

Nuestra sociedad pasa por enormes dificultades, solo en la medida en que nos pongamos en los zapatos del otro, en que lo veamos en su dimensión como ser humano, valioso para la sociedad, podremos establecer una actitud solidaria, abierta, generosa, de escucha y de consejo u orientación frente a sus dificultades. Amor por la vida como estrategia, ha logrado establecerse en el corazón de los ibaguereños y tolimenses, nos ha hecho reflexionar sobre la familia, los valores que debemos construir en unidad, como debemos cultivar el amor propio en nosotros y en los demás, como debemos llenarnos de afecto, comprensión y como debemos estar alertas ante este fenómeno.

Soy un defensor ultranza de la vida, respeto la vida de los otros y pido a los demás respeto por la vida de sus prójimos, la violencia nos ha dejado ya muchos muertos y mucho dolor, debemos ahora unidos impregnar de amor por la vida a todos a nuestro alrededor, debemos dejar el legado a esta y a las nuevas generaciones, sobre lo sagrada de la vida y sobre lo sagrada de la democracia, para que podamos disfrutar plenamente de esta tierra hermosa que nos ha regalado Dios, nuestro Tolima.

Nota: Monseñor Flavio Calle nos dejó su legado de amor por la vida, su tranquilidad y sabiduría, nos enseñó a todos la calma en medio de la tribulación y la pausa en medio de las angustias del día a día.

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