Hay que “alimentar” la paz

Camilo Ernesto Ossa Bocanegra

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura –FAO-, recientemente sacó un informe sobre los riesgos, en algunos países, que el hambre se dispare, bajo un análisis de factores que pueden incidir en esta problemática. Colombia hace parte de este “selecto” grupo, junto a Haití y Honduras en América Latina.  
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Este, es un problema gravísimo que se debe atacar y corregir en nuestro país, según un informe de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia y la Andi, el 54% de la población de Colombia vive en inseguridad alimentaria y 554 mil niños y niñas sufren de desnutrición crónica. Según la encuesta Pulso Social realizada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas -Dane-, para el trimestre octubre-diciembre de 2021, solo el ¡69,7%! de las personas encuestadas –en 23 ciudades capitales- afirmó que, en sus hogares, consumen tres comidas al día o más. La ciudad con más inseguridad alimentaria del país resultó ser Cartagena, donde tan solo el 31% de los hogares comen tres veces al día y la ciudad con mayor seguridad alimentaria es Riohacha, con el 87,6% de los hogares “comiendo” tres veces al día. Ibagué está en el puesto 14 –de 23- de esta medición y el resultado es que, en los últimos siete días, el 71,7% de los hogares en promedio consumió tres comidas o más, la ciudad, al igual que el país en su conjunto, debe trabajar en este aspecto. Tenemos, en Ibagué, un 28,3% de la población que come menos de tres veces al día. Una calamidad.     

Claramente hay un problema de baja industrialización agrícola y de producción, entre otros, pero también –y esto es importante revisarlo en conjunto con dos de los factores de riesgo alimentario en Colombia según la FAO, que son el conflicto interno y el desplazamiento-, el relacionado al cumplimiento de los Acuerdos de Paz en lo denominado: “Hacia un Nuevo Campo Colombiano: Reforma Rural Integral” el cual busca sentar “las bases para la transformación estructural del campo, crear condiciones de bienestar para la población rural –hombres y mujeres- y de esa manera contribuir a la construcción de una paz estable y duradera”.

Pero, el (in)cumplimiento del Acuerdo de Paz y el informe de la FAO coinciden en otro aspecto, este último señala que, los riesgos en Colombia en cuanto a la seguridad alimentaria, están basados, entre otros, en el conflicto interno y, la semana pasada, la Corte Constitucional declaró el Estado de Cosas Inconstitucional frente al incumplimiento reiterado y sistemático de lo acordado en la Habana en el año 2016, específicamente en cuanto al cumplimiento de las garantías de seguridad para los exintegrantes de las Farc en su reincorporación a la vida civil. Señala igualmente la FAO, en su informe, que el desplazamiento, los efectos económicos del Covid-19 y la inestabilidad política del país, contribuyen al aumento de los riesgos en seguridad alimentaria.

No es de poca monta la situación, tenemos que dar el debate en relación a las reformas necesarias para superar esta problemática, pero también frente al cumplimiento de lo acordado en la Habana y deben los candidatos a la Presidencia de la República y al Congreso, debatir ideas y propuestas frente a la seguridad alimentaria y su posición en el cumplimiento de los Acuerdos de Paz, esta es, una relación estrecha que implica un esfuerzo profundo y necesario para el país, en el que debemos concentrarnos.

Camilo Ernesto Ossa.

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