Improvisando

Camilo Ernesto Ossa Bocanegra

Esa ha sido la constante de la actual Administración municipal, un mar de improvisaciones (y, eso, cuesta mucho, en términos fiscales, sociales y económicos), con el fin, asumo yo, de presumir lo que se carece. Pero me preocupa la improvisación, traducida en politiquería, por el futuro de la ciudad. Miremos solo dos hechos (de los muchos que hay hoy por hoy en la ciudad) que son altamente relevantes en el futuro de Ibagué y sobre los cuales hay dudas en cuanto a su ejecución, coordinación e interacción; por un lado, la construcción del puente de la Calle 60 y, por el otro, el anuncio del tranvía eléctrico y el cable para la ciudad. Vamos por partes.
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Iniciemos con el puente de la Calle 60, la primera duda, no porque no se quiera que se hagan las obras, ni más faltaba, es que la ciudad las requiere desde hace años para superar el atraso en materia de infraestructura vial, la razón (de la duda) es, por un lado, en que el proyecto ha variado sustancialmente, donde en sus inicios se hablaba de un deprimido, para luego pasar a un intercambiador vial y un puente y, por el otro, el impacto en la movilidad, que, al cambiar el proyecto inicial, en consecuencia, variará la utilidad del mismo (análisis costo-beneficio). No hay que olvidar que la Procuraduría General de la Nación, ya inició la investigación, de un aparente hecho de corrupción, en la adjudicación del contrato, nada más y nada menos, que de interventoría de la construcción del puente de la Calle 60.

Pasemos ahora al anuncio del alcalde Andrés Hurtado acerca del montaje de un tranvía eléctrico y un cable aéreo para la ciudad y sobre los cuales, en los próximos meses, se realizarán los estudios y diseños del proyecto, pues a la fecha, según declaraciones del Alcalde, no tienen la prefactibilidad del proyecto, sin embargo, se aventura a decir cuáles serán las rutas a cubrir, lo cual genera varias preocupaciones. Primero, preocupa la sostenibilidad financiera del Setp, porque el mismo está proyectado como estratégico y no dice nada sobre cómo lo va a integrar (tranvía, cable y Setp). También porque los cálculos financieros del Setp se hacen sobre el número de viajes a realizar por año, según las troncales por donde va a transitar. De ahí que sea necesario que la alcaldía le pida autorización al Ministerio de Transporte para su implementación, porque el Gobierno Nacional coloca el 70% de los recursos para el Setp. No olvidemos que han pasado casi 23 años desde que Ibagué fue declarada ciudad piloto para la implementación del Setp en Colombia y, a la fecha, muy poco ha pasado y hemos avanzado en la modernización de la movilidad local.

Segundo, el tranvía eléctrico, según lo dicho por la misma alcaldía, tendría como troncales, entre otras, la Avenida Jordán y Carrera Quinta, mismas sobre las cuales está ubicado el puente de la Calle 60 que ya está contratado y próximo a iniciar obras, que por ser anterior, incluso al estudio del tranvía anunciado, no está diseñado para que sean operativos y compatibles, de ser así ¿cuál de estos tres proyectos –Setp, puente de la Calle 60 o tranvía- se convertirá en un elefante blanco? ¿falta de planeación? ¿improvisación? O ¿simplemente promesas de campaña? El Alcalde debe aclarar estas dudas porque Ibagué necesita menos improvisación y más planeación para abrazar el futuro, sobretodo en movilidad. 

CAMILO ERNESTO OSSA B.

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