De latinajos y algo más

Camilo González Pacheco

“Memento mori” y “Res, non verba”, son dos latinajos utilizados recientemente, por conocidos personajes de la vida política nacional. “Memento mori”, expresión latina que significa “recuerda que morirás” citada por el tristemente célebre Jesús Santrich, amenazando al Presidente de la República. Y, “Res, non verba” planteada por el ministro de Defensa Diego Molano, enfatizando en hechos y realidades en lugar de palabras, en una rápida y lejana confrontación verbal.
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Los dos latinajos, se refieren en últimas a un mismo tema: la paz. Término –paz – soslayado, por orden expresa de la Casa de Nariño, para utilizar en la cotidianeidad oficial de la actual jerga burocrática e institucional. De ahí, la importancia de avanzar en “Res, non verba” sobre todo en territorios de conflicto social y armado, con inversión social y participación comunitaria,  nociones que son a la vez sinónimos de la palabra y la concepción de paz. Lo importantes no es que se nombre, sino que se logre. 

En otras palabras, bajar la polarización belicista y avanzar en la concertación social. En todos los niveles, incluido claro está, el político – electoral.  Ya lo enseñaba sabia y magistralmente el Maestro Darío Echandía, en ese filosófico y sabio aforismo, que viene como anillo al dedo para esta coyuntura: “es preferible hablar paja que echar bala”. Con esta visión, necesariamente se avanza en convivencia ciudadana y paz. 

En el extremo de la guerra, Santrich en su delirio solitario, amenaza de muerte al Presidente de la República. Molano, habla de gobernabilidad. Dos lenguajes distintos sobre un mismo tema verdadero, que cierran desde ya en ese espacio, la posibilidad de resucitar un necesario diálogo para la paz estable y duradera en el país.  

Vale la Pena destacar dentro de estos procesos la iniciativa de avanzar en la conformación de un Pacto Histórico Unitario, que logre articular sectores alternativos de cobertura nacional expresados en importantes movimientos sociales y ciudadanos que desde ya le jalan e impulsan la propuesta. 

Y el espectro unitario, de inicio, es grande y fuerte. Para la muestra, este pujante listado: Colombia Humana, la Unión Patriótica- Partido Comunista, el Polo Democrático Alternativo, Movimiento Alternativo Indígena y Social –Mais, Partido del Trabajo de Colombia, Unidad Democrática y Todos Somos Colombia. 

La izquierda y los sectores alternativos, por fin, están avanzando en superar la marginalidad política y electoral. Ojalá, este esfuerzo unitario arranque pronto iniciando en las realidades políticas regionales, la elaboración de listas al Senado y Cámara para las elecciones de marzo de 2022.  

Sería una particular forma de prosperar “Res, non verba” en la franja alternativa,  o sea, candidatos y listas, más que palabras y discursos etéreos y ventijulieros.  

Buena señal.

CAMILO A. GONZÁLEZ PACHECO

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