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Entonces nos toca retomar - otra vez - ese esquema para otear el futuro político nacional. Teniendo en claro, que debemos partir de un presente, que ya está aquí entre nosotros.
La izquierda democrática, - en concreto y resumido -, apoya los avances y compromisos surgidos de los Acuerdos de Paz. Hace pocos días, el escritor y poeta español Andrés Trapiello, parado en su propio país, recordaba que los principios que caracterizan a la izquierda son la solidaridad, el internacionalismo y la redistribución de las rentas.
Por estos lares, la derecha, - con los ojos en la nuca- persiste en hacer trizas los compromisos y acuerdos de paz. Sueña con ver en la cárcel pagando largas penas a los antiguos jefes de las Farc., y aún mantiene en alto los trasnochados y desuetos propósitos de ganar una supuesta guerra, venciendo y liquidando al enemigo interno y subversivo de corte castrochavista, consolidando un beligerante autoritarismo de derecha.
También persiguen políticamente, reducir el Estado, viabilizar el masivo porte de armas entre la ciudadanía, y la joya de la corona: derogar la JEP. Van rápido en este último propósito, avanzando en presentar y tramitar presurosamente el Acto Legislativo con esa finalidad.
Desde el otro lado, los demócratas y amigos de la paz en Colombia, le siguen apostando a la vida, y por una sociedad justa, sostenible y en paz, como bien lo resumía la Profesora Martha Lucía Márquez en reciente entrevista concedida a El Espectador.
Son banderas actuales. Lo resalta igualmente Cristina de La Torre, analizando los fundamentos programáticos y objetivos estratégicos a corto y largo plazo de los Verdes, que se agitan en búsqueda de educación, democracia y justicia social. En conclusión: solidaridad y prevalencia del interés público sobre el privado como principios éticos y políticos. Claro está, sin soslayar las urgentes reformas agraria y financiera que reclaman con urgencia las amplias mayorías sociales del país, para consolidar convivencia ciudadana, paz estable y duradera, y al fin, ojala más temprano que tarde, poder construir y avanzar en desarrollo integral para la nación.
Sobre parte de estos fundamentos programáticos, girarán de seguro, interesantes y constructivas discusiones para consolidar las alianzas y la unidad de las fuerzas alternativas de Colombia frente a los próximos retos electorales.
Bien, y a estas alturas: ¿Adónde queda el Centro?.
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