Atisbando un mundo mejor

Camilo González Pacheco

Lo primero que muere en una guerra es la verdad. Esto sucede en Ucrania, en donde a través de los medios, asistimos compungidos a la destrucción de un país.
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Voces como la de Noam Chomsky, en reciente conferencia, nos ubican en la complejidad de la situación. Sugiere desoír,  los poderosos sistemas de propaganda occidental y analizar en concreto y con objetividad cinco temas, que registramos a continuación: 

Primero: El Estado más importante después de la segunda guerra mundial son los Estados Unidos. Igual a las potencias antecesoras, -Francia e Inglaterra- ha adoptado un desdén absoluto por el Derecho Internacional, a pesar de tener una Constitución, que  consagran los Tratados Internacionales en calidad de “suprema ley del país”. Dentro de ellos, se encuentra la Carta de las Naciones Unidas, pilar fundamental del Derecho Internacional. Esta Constitución prohíbe el uso de la fuerza, excepto en condiciones que casi nunca se dan. Sin embargo, cada presidente la ha vulnerado alegremente, cosa que poco ha importado. 

Segundo: A menudo se utiliza el Derecho Internacional como arma para atacar a los enemigos. Sin embargo, al final, la moralidad y el derecho son irrelevantes: el fuerte hace lo que puede y el débil sufre lo que debe. En la práctica ese es, el derecho internacional. 

Chomsky cita las tragedias de Afganistán, Yemén y Gaza donde la gente está muriendo de hambre, y la invasión criminal rusa a  Ucrania, que por su carácter, la sitúa al mismo nivel de la invasión a Irak  por  EE. UU. y el Reino Unido, y la de Polonia por Hitler y Stalin. 

Tercero: Señala que Clinton quebrantó la promesa de no ampliar la Otán hacia el Este, sumando a ella sus políticas en contra de los intereses rusos en Serbia, Irak y Libia. Siendo la acción más instigadora - para la decisión de invadir Ucrania-, la Declaración Conjunta de Estados Unidos y Ucrania para el ingreso de esta última a la Otán. Putin proporcionó un regalo maravilloso a los Estados Unidos para su política imperial, descartando la posibilidad de una Europa independiente. No importan los ucranianos, como no importaron los afganos. 

Cuarto: La crisis de Ucrania amenaza con guerra nuclear, lo que significa la guerra terminal. 

Quinto: Si los Estados Unidos quieren hacer algo por Ucrania, deben acceder a participar diplomáticamente, con un programa constructivo siendo su elemento principal la neutralidad. No adhesión a alianzas militares hostiles, ni albergar armas que apunten a Rusia. Lo contrario a la política actual de los Estados Unidos. 

En conclusión: Moralidad, Derecho y Diplomacia, es lo indicado para oponernos a los crímenes de Estado y luchar por un mundo mejor. 


 

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Camilo A. González Pacheco

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