Un giro decolonial en el pensamiento Lamista

José Javier Capera Figueroa

Comenzar a indagar el pensamiento de Quintín Lame, implica en primera forma realizar una delimitación, es así que parte de este texto pretende estudiar el pensamiento político de Lame, es por ello, que el abordaje sobre el pensamiento político de Quintín Lame se evidencia en la oralidad y su forma de escritura tal como lo mencionaba en sus textos: “yo empecé un camino de abrojos y de espinas y al continuar ese camino me vi de obligado a cruzar dos ríos, uno de lágrimas y otro de sangre”.

Algunos autores como Vasco (2002), Espinosa (2009) menciona que Manuel Quintín Lame Chantre (1883-1967) es considerado una de las figura de mayor importancia, ya que a través de él, se configura el movimiento Lamista, naciendo así, todo una contienda indígena en el transcurso del siglo XX. 

Por una parte, en palabras de Vasco (1997) es un tipo de “pensamiento indígena de liberación” o en lo que se conoce como luchas marcadas por la “causa indígena” facilitando la consolidación de líder político y al mismo tiempo cómo un exponente del pensamiento indígena en Colombia.

Para la antropóloga Mónica Espinosa (2009) realizar todo un ejercicio epistemológico e investigativo sobre el pensamiento Lamista, consiste en buscar las principales causas, elementos y características que se hacen presentes en el pensamiento, identidades y prácticas discursivas de Manuel Quintín Lame y el movimiento Indígena del Tolima y cómo a través de la formación de escuelas en forma de cabildos se genera todo un ejercicio catalizador de su pensamiento que fluye en medio de la comunidad.

Es así que intentar pensar un enfoque desde la ciencia política que logre comprender las dinámicas del discurso, las prácticas y las acciones políticas que configuran la totalidad de lo que representa el pensamiento político de Lame, se entrecruza con la noción de la liberación, la resistencia y la re-significación de la cultura, la defensa del territorio y la disputa contra la imposición y el régimen colonial en su época. 

Tanto así que desde la ciencia política se puede empezar la construcción y articulación de los aportes teóricos de Quintín a partir de la teoría decolonial y el pensamiento crítico latinoamericano se aprecia dos perspectivas, la discursiva y práctica en las ciencias sociales. 

Por otro lado, se logra mencionar también que hay muchos estudios antropológicos sobre Quintín Lame y los movimientos indígenas estos tienden a neutralizar el carácter político y la necesidad de ahondar en la mirada histórica y las dimensiones políticas de lo que se denomina la herida colonial una herida caracterizada por el pago del terraje, el servilismo, la explotación y sobre todo la invisibilización del otro, ese otro desposeído resultado de la miseria, en medio de esto se consigue concebir la articulación en los espacios contemporáneos de lo que representa el poder.

La antropóloga Mónica Espinosa apunta las circunstancias por las que debió atravesar Quintín para comenzar a luchar por sus derechos sobre las tierras. Un hombre, en palabras de ella, se autoproclamó apóstol de su “raza”, un líder cuyos pensamientos y enseñanzas se convirtieron en disciplina y doctrina para sus partidarios. 

Es la historia de una rebeldía con sus visiones y sus dolores, también es una historia de ambivalencia y contradicción, de no-originalidad. Este es Manuel Quintín Lame alguien “inapropiado e inapropiable”.

En definitiva, los aportes suministrados detallan parte de la constitución del pensamiento de Quintín Lame desde su condición como “indígena” hasta su experiencia en el campo de la política, así mismo, se menciona la hibridez entre la lucha política, la resistencia comunitaria, la disputa por el poder y la autonomía de las tierras, configura el constructor del pensamiento de Lame y su trasegar como sujeto político participe de los procesos comunitarios de los indígenas en el sur del Tolima. 

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