La buena voluntad no basta

Carmen Inés Cruz Betancourt

La congestión extrema que se sufre en las glorietas de la Avenida Ambalá con calles 60 y calle 69, en “horas pico”, al igual que en otras intersecciones donde convergen múltiples vías y miles de  vehículos, sin que haya agentes de tráfico que lo ordenen, ha animado a varios jovencitos a sustituirlos, equipados con buena voluntad, un chaleco, un pito y una paleta que dice PARE y otra que dice SIGA; tarea que posiblemente alternan con su trabajo como limpiavidrios en algunas esquinas con semáforos.  
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Se trata de una operación “rebusque” por la cual esperan una propina de los conductores. Una estrategia para aliviar su pobreza y la ausencia de oportunidades de trabajo, pues por varios años Ibagué reporta un desempleo juvenil cercano al 30%.

Son espontáneos que, por supuesto, no tienen formación alguna en el manejo de la movilidad vial, pero eso sí, tienen muy buena voluntad, iniciativa y capacidad de emprendimiento, pero eso no basta. De hecho, es una actividad que implica alto riesgo tanto para los jóvenes como para los vehículos y conductores, muchos de los cuales transitan a gran velocidad, desconocen su autoridad y no siempre atienden sus indicaciones, así que pueden ocasionar  accidentes lamentables, en los cuales muy posiblemente los más afectados serían aquellos jóvenes.

Todo ello sucede debido a la inaceptable ausencia de las autoridades responsables que cumplan tan vital función, hecho que ha sido denunciado cientos de veces, por diversos medios y comunidades, sin lograr respuesta alguna, a pesar de que el caos vial se agudiza por el crecimiento desbordado del parque automotor que circula en la ciudad, tanto de autos como de motos, que se caracterizan por la indisciplina de conductores, la insuficiente señalización y precario estado de las vías, a lo cual se agrega la invasión de los andenes y la imprudencia de los peatones.

Surge de nuevo la pregunta: ¿Qué pasa con la Secretaría de Movilidad, que a pesar de los requerimientos ciudadanos nada hace? Y qué tiene previsto para la jornada que avanza del Festival Folclórico, cuando los múltiples desfiles y cierre de vías hará el tráfico aún más caótico, haciendo previsible que se multipliquen los accidentes y se haga más complicada la circulación en la ciudad, todo ello con enorme costo en vidas, para el sistema de salud y los seguros, si bien se conoce que muchos circulan sin los seguros reglamentarios? Y, por supuesto, el costo también es en imagen de la ciudad que espera la llegada de numerosos turistas, a quienes obviamente se quiere impresionar de la mejor manera.  

CARMEN INÉS CRUZ

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