No más bloqueos

César Picón

En varias ciudades hay escasez y/o alza de precios en productos de la canasta familiar (así algunos se empeñen en negarlo). Las materias primas no llegan oportunamente a las fábricas y las pérdidas en producción están causando la destrucción de empleos.
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El turismo, quizá el sector más golpeado por las cuarentenas, hoy es nuevamente víctima por cuenta de los bloqueos en las vías que conectan departamentos y municipios (más desempleo). Las cosechas se pierden en las regiones productoras por no poder llevarlas a tiempo a los centros de consumo. Las navieras internacionales ya anunciaron la cancelación de operaciones en el puerto de Buenaventura porque ya no hay donde mas almacenar carga.

Los bloqueos en las vías del país son una tremenda equivocación por parte de algunos grupos de protestantes que se han atribuido de facto la autoridad para regular el tránsito de carga y pasajeros. Los efectos los están sintiendo las familias que ven encarecido el mercado y demás artículos de primera necesidad, las empresas que están tratando de recuperarse de las inmensas pérdidas económicas producidas por la pandemia, los trabajadores formales que han visto cancelados o suspendidos sus contratos de trabajo y los informales que dependen de que haya dinero en circulación. Cada vez son más los desencuentros entre ciudadanos del común que necesitan desplazarse y trabajar, y quienes con autoritarismo desbordado se lo impiden.

Francamente es insensato que las comunidades y las mismas autoridades tengan que pedir permiso para que dejen pasar camiones con comida, combustible, medicamentos y hasta las volquetas que llevan la basura al botadero. Los bloqueos están llevando a una perdida de apoyo popular al Paro Nacional.

Las barricadas deberían levantarse no por la acción de las autoridades que ya sabemos que muchas veces se torna violenta, sino por la fuerza de la razón de los colectivos populares que deben entender las graves afectaciones e incomodidades que están causando a la misma gente que tanto los ha apoyado. Cuando ni siquiera sus peticiones están unificadas, cuando son tan disímiles que unos reclaman por un nuevo peaje y otros por el alto precio del combustible o los insumos agrícolas, no pueden seguir pretendiendo utilizar esos bloqueos como arma de presión para lograr cometidos.

Las poderosas marchas y manifestaciones que han copado plazas públicas y calles en la mayoría de ciudades del país son las que verdaderamente han logrado conquistas en el marco del paro, no los cierres deliberados que pequeños grupos de ciudadanos (que también tienen justos reclamos) han fijado en distintas vías del país.

Todo el apoyo para la movilización de los sectores sociales y la juventud que lucha con todas sus fuerzas por lograr cambios significativos en nuestro país y un llamado a la reflexión a quienes han sitiado las ciudades y han inmovilizado la vida y la economía de las personas. Las causas populares no pueden volverse en contra del mismo pueblo.

Puya 1: Aplauso para la H. Corte Constitucional que revivió las curules para las víctimas del conflicto armado. Todo lo consagrado en el Acuerdo de Paz debería cumplirse sin dilaciones.

Puya 2: A la revista Semana le salió el “tiro por la culata” la editorial de culpar a Petro por todo lo que está pasando en el país.

CÉSAR PICÓN

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