Empeñados

César Picón

Pasó casi desapercibida la noticia que la junta directiva del Ibal aprobó el endeudamiento de la empresa por 110.000 millones de pesos, crédito que se concretaría en las próximas semanas.
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Con este nuevo empréstito, la deuda pública del Municipio en poco más de dos años de la administración Hurtado ascendería a la exorbitante suma de $325 mil millones: $165 mil millones de la Alcaldía, $50 mil millones de Infibagué, y ahora $110 mil millones del Ibal.

Si bien es cierto que el crédito público es una alternativa para financiar obras y proyectos, resulta inaceptable que el Alcalde se aproveche del control absoluto que ejerce sobre el Concejo Municipal y las juntas directivas de los entes descentralizados (Ibal e Infi) para llevar el endeudamiento de las entidades del Municipio a límites extremos: solo la Alcaldía pasará de destinar $20 mil millones anuales al servicio de la deuda en el año 2021 a $27 mil millones este año y más de $40 mil millones a partir de 2025.

Eso no solo es desafiar el futuro al dejar a la ciudad sin margen de maniobra ante cualquier contingencia que pueda presentarse, sino que confirma la falta de capacidad y carácter de la Administración para apalancar recursos por otras vías.

Hay varias cuestiones que no cuadran en este festín de créditos. La primera es que hasta hace poco el Alcalde no se cansaba de repetir que había recibido quebrado el Ibal; insistió tanto en ello que se alcanzó a pensar que buscaba razones para privatizarlo. Ahora resulta que la empresa está tan saludable financieramente que tiene la capacidad de endeudarse en esa altísima cuantía. Vaya contradicción.

Lo segundo es que se acude a la deuda pública como único instrumento de financiación, sin lograr ningún aporte del Gobierno Nacional, ni siquiera del Departamental. Eso no tiene ninguna gracia, mucho más cuando el partido de gobierno de Ibagué es aliado del Presidente y sus congresistas han apoyado incondicionalmente al uribismo.

Para hacer un paralelo, la Administración Jaramillo destinó 60.000 millones de pesos de recursos de crédito para las obras de los colegios de jornada única, pero logró obtener una contrapartida de $140.000 millones del Ministerio de Educación.

Así mismo se lograron millonarios recursos del Gobierno Nacional para la construcción de escenarios deportivos, que le quedaron disponibles al actual Alcalde para ejecutar las obras.

Lo tercero es que ante la pregunta que le formularon al Alcalde sobre cómo se recuperaría la inversión de los recursos del nuevo crédito del Ibal, éste manifestó que no se incrementarían las tarifas sino que el retorno vendría de los nuevos usuarios provenientes de la zona de expansión y los 25.000 usuarios de los barrios del sur, eso significa que entre sus planes estaría desaparecer los 16 acueductos comunitarios de esa zona de la ciudad a quienes en campaña les juró amor eterno.

Por último, hay que señalar que la eficacia para solicitar y aprobar créditos, no se traduce en eficiencia para ejecutar las inversiones. El primer empréstito ($105 mil millones) lo aprobó el Concejo en mayo de 2020, un año después, es decir, en mayo de 2021, estaban solicitando la ampliación del plazo para ejecutar esos recursos y a estas alturas todavía “están crudos” en completar las inversiones: ese crédito contempla $40 mil millones para el viaducto de la calle 60, obra que ni siquiera está en licitación.

Cesar Picón.

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