El derecho a elegir y ser elegido

José Filadelfo Monroy Carrillo

El año 2018 será crucial para el futuro de nuestro país. El 11 de marzo elegiremos senadores y representantes a la Camama; y en mayo y junio, Presidente de la República para el periodo 2018 - 2022. Elegir y ser elegido es un derecho universal, consagrado en nuestra Constitución como el primero de los derechos políticos que tienen los ciudadanos. Artículo 40 de la Constitución Política.

Igualmente, la Convención Americana sobre los Derechos Humanos contempla, en su artículo 23: “El derecho de votar y ser elegido en elecciones periódicas auténticas…”.

Es este, la mayor expresión del principio democrático fundante del Estado Social de Derecho acogido por el Constituyente de 1991, que se concreta con el voto que depositamos en las urnas en el ejercicio de nuestro derecho político, y en cumplimiento del deber que tenemos como ciudadanos colombianos, artículo 258 de la Constitución Política. Ningún Estado puede llamarse democrático si no garantiza a sus ciudadanos el ejercicio del voto por el partido o movimiento político, por el candidato o candidatos que escojan libremente.

En el momento actual, se observa a los candidatos al Congreso de la República, y a los candidatos a la Presidencia, visitando pueblos y ciudades, haciendo los contactos necesarios, buscando a los potenciales electores, concretando acuerdos y haciendo ofrecimientos con el objeto de obtener, la anhelada curul o de consolidar una opción para el primer cargo de la Nación.

Esperamos que los candidatos al Congreso den a conocer sus propuestas de desarrollo regional y local, propuestas que sean claras y viables para impactar los graves problemas que golpean a la comunidad tolimense. Que nos hablen de las soluciones posibles y prácticas, a las principales necesidades colectivas, y cuáles son los propósitos que los motivaron a presentar sus nombres a consideración del pueblo.

Queremos participar y respaldar una opción de buena política, y no de politiquería, una opción que represente el resurgir de nuevos liderazgos, que cumpla no solo con el requisito de ser jóvenes, sino, también, de carecer de antecedentes penales, disciplinarios y fiscales, así como poseer capacidad y formación intelectual, como el genuino deseo de trabajar honestamente por el Tolima. Hoy se nos ofrecen múltiples alternativas, con candidatos de todos los colores y de amplias tendencias ideológicas y políticas, tanto para el Congreso como para la Presidencia. Por tanto, los abstencionistas no tienen excusas para evadir el deber de sufragar en elecciones venideras; ellos tienen que abandonar la cómoda posición de criticar y renegar para decidirse a participar.

Los electores tenemos la misión de seleccionar muy bien al candidato que vamos a apoyar y por el cual vamos a depositar nuestro voto, haciendo previamente el proceso de evaluación con fundamento en criterios y cualidades como el compromiso de enfrentar la corrupción, el propósito de trabajar unidos por el Tolima y el conocimiento claro de los problemas y las necesidades de nuestras comunidades, al igual que las soluciones a corto y mediano plazos.

Reiteramos la invitación, que ya es una consigna: “Tolimense vota tolimense”.

Abogado y exdiputado

Comentarios