Ahora la “batalla política” por Bogotá

Rafael Aguja Sanabria

Para politólogos, sociólogos, entendidos en ciencias sociales y políticos de todas las tendencias, la ciudad de Bogotá, Distrito especial y capital de la República, es un reflejo específico, vibrante y viviente, con sus ocho millones de habitantes de lo que en realidad, es el país. De ahí su importancia, a punto tal, que la alcaldía de Bogotá, con suma justeza, se la califique como el segundo cargo más importante de nuestra patria y para muchos el desempeño de su alcaldía se le tenga como un “ensayo” y un requisito no exigido en la ley, para ser presidente de la República.

Así las cosas, la polarización política que desde hace algún tiempo, nos afecta a nivel nacional, indefectiblemente se trasladará a Bogotá y no hay duda alguna que tendrá trascendencia nacional por sus efectos, lo que ha llevado a que las diferentes vertientes políticas y partidistas, desde ya, hayan empezado a mostrar posibles candidatos a la alcaldía y, como en todo certamen electoral y democrático, también han aparecido oportunistas autodenominados “candidatos”.

Lo más llamativo es que han aparecido posibles candidatos del partido Centro Democrático, circunstancia esta respondida desde la cumbre del poder por el caudillo máximo de dicha agrupación política, que no tuvo reparo alguno para señalar como candidatas a la alcaldía de Bogotá a dos ilustres senadoras, ante lo cual este enunciado partidista se reducirá necesariamente “a la que diga Uribe”.

Lo cierto es que Bogotá como la ciudad con más habitantes y electores del país, como capital de la República, tiene el derecho a ser gobernada por un alcalde elegido democráticamente, para que haga efectivas la soberanía popular de una parte y la democracia, en cuanto gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo de otra; todo esto dentro del marco conceptual, político y jurídico establecido en la Constitución Política vigente.

En conclusión, todos por una Bogotá social y democrática.

Abogado litigante

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