Vuelve y juega

Columnista Invitado

Qué bueno que quienes están aspirando a llegar al Congreso estén hablando sobre temas neurálgicos para el desarrollo del país, como son la educación, la vivienda, la salud, el empleo, el medio ambiente entre otros y se declaren enemigos de la corrupción. Pero sería mucho más interesante que además de enunciar dichos temas, profundizaran en el cómo lo van a hacer y en qué plazo lo harán, de tal manera que se tuviera un referente que permita evaluar el desempeño como Congresista, de tal manera que quien no cumpla con las promesas, quedara impedido social y moralmente para una nueva aspiración.
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No se puede seguir engañando mediante mera enunciación temática, eso lo han realizado siempre. Plantear que la educación es un factor neurálgico para el desarrollo de una sociedad, no es nada nuevo ni se está descubriendo nada, dado que eso es una verdad de apuño y así lo han entendido y lo han impulsado los países que hoy tienen una mejor calidad de vida. Lamentablemente en nuestro medio todo es discurso y prueba de ello es que hoy la calidad de la educación colombiana sigue siendo cuestionada, basta con revisar los resultados de las pruebas Saber Pro, o las pruebas ICFES a manera de ejemplo. Igualmente se habla de un Sistema Educativo que no es sino nombre ya que no opera como un verdadero Sistema, es decir como un conjunto de elementos relacionados entre sí que funciona como un todo en aras de lograr un fin común. 

El MEN se dedicó a expedir cualquier cantidad de normatividad la cual se supera en la medida que se desarrolle buenas relaciones entre el Ministerio de Educación y las instituciones de educación en un buen porcentaje de los casos. Ahora más, se cree que ampliar la cobertura es sinónimo de calidad cuando en muchas de las instituciones educativas no se cuenta con lo mínimo como es una óptima infraestructura, situación que es mucho más delicada en las instituciones públicas rurales. De otra parte, no se ha evaluado la pertinencia del currículo de la educación media el cual es estandarizado para todo el país sin entender que somos un país de regiones. Ni que decir del manejo político que se da a las convocatorias para el nombramiento de los docentes. Es decir, poco o nada se ha implementado acciones estratégicas conducentes a mejorar la calidad de la educación, sin embargo, todos hablan de tan vital tema. 

Otro tema neurálgico que se escucha y se empieza a leer en las vallas publicitarias de campaña es el empleo, pero lo mismo, no esbozan proyectos viables y factibles conducentes a generar fuentes de empleo, o si no revisemos el índice de desempleo que tiene el país, hace rato está por los dos dígitos y no es cuestión de la pandemia, ni que decir del desempleo juvenil. Es triste y desestimulante para quienes con mucho esfuerzo han realizados estudios universitarios, tecnológicos o técnicos no encontrar oportunidades, no es justo que un egresado no identifique posibilidades en el mercado laboral una vez que termina sus estudios. Quienes lo logran es en virtud al curso de servilismo que realizan ante el cacique político, es decir, debe someterse al sistema dedocrático de quien tiene el poder, el que no lo haga, deambula por las calles de las ciudades o se ve obligado a tomar malos caminos.

Por ello, es de vital importancia que quienes aspiran a llegar al Congreso se comprometan en forma puntual con lo que harían en cada uno de los temas que enuncian, es decir, fueran específicos en sus discursos. No más demagogia, se requiere de legisladores que verdaderamente se la jueguen por mejorar las condiciones de todos los colombianos y por ende del país, que trabajen por el bienestar general y no por el bienestar de unos pocos o de ellos mismos.

Félix Ramón Triana Gaitán.

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