¿Cómo identificar a un/a agresor/a?

Columnista Invitado

El pasado fin de semana (precisamente el día de la madre) una mujer fue asesinada por su ex pareja sentimental, quien, según lo han indicado algunas autoridades, ya había sido denunciado en razón a sus comportamientos violentos, y tenía algunas anotaciones de tipo judicial por actos similares. Erika Aponte; así se llamaba la víctima que tenía tan sólo 26 años de edad, y cuyo hijo hoy busca explicaciones para comprender el por qué un hombre le quitó la vida cruelmente al amor de su vida.
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En el ejercicio de mi profesión he podido aprender que todos los seres humanos reflejamos (en mayor o menor medida) muchos rasgos de la personalidad que, vistos en conjunto, permiten conocer qué tipo de persona es cada quien. Por supuesto, es un asunto más de probabilidad que de certeza, pero ayuda a que se tomen decisiones correctas en momentos determinantes. Jamás una víctima será responsable de los actos del agresor, pero su entorno social y familiar puede ayudarle a detectar a tiempo si debe buscar ayuda para romper vínculos tóxicos y conflictivos. Veamos cuáles son, a manera de ejemplo, algunas de las características más comunes de los agresores dentro de las relaciones sentimentales.

-Tiene una actitud dominante y posesiva: por lo general los sujetos agresivos tienden a controlar las actividades de la pareja en conjunto o de la otra persona, dándole especial importancia a sus deseos e intereses, y demeritando todo aquello que sea incompatible con sus creencias.

-Necesita tener el control económico: un sujeto agresivo requiere manejar íntegramente la economía de la relación, generando así una dependencia que supera lo emocional. Con ello logra evitar que la víctima, por puro instinto de supervivencia, pueda tomar decisiones trascendentales.

-Genera ruptura de los vínculos de su pareja: muchas veces las víctimas no son conscientes de los actos de sus agresores, y son los amigos y los familiares aquellos que llaman la atención de lo que ocurre.

-Proyecta en la víctima creencias erradas: por lo general el sujeto agresor le hace ver a la víctima cuestiones ilusorias, haciéndole ver cuestiones que jamás han ocurrido.

Al final, lo realmente determinante es cómo vive cada quien la situación, y debemos estar alertas ante cualquier signo de violencia. Ayer fue Erika, mañana… ¿tú?

RODRIGO J. PARADA

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