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Esta relación sigue un patrón conocido como la “Curva U”, una representación gráfica que ilustra cómo la percepción de la felicidad puede cambiar a lo largo de las etapas de la vida. En la juventud y la vejez, las personas tienden a sentirse más felices y satisfechas, mientras que la mediana edad puede traer consigo una disminución en esta sensación en donde su punto más bajo se conoce como “crisis de la mediana edad’’.
Por supuesto, la relación dinero-felicidad es compleja. Aunque la estabilidad financiera brinda tranquilidad, la búsqueda excesiva de la riqueza material puede no siempre traducirse en mayor satisfacción. Los estudios muestran que una vez que se alcanza un cierto nivel de ingresos, la relación entre el dinero y la felicidad se vuelve menos pronunciada. De forma paralela la personalidad impacta directamente la felicidad. Una persona orientada hacia el materialismo o el resultado encontrará menos satisfacción que aquella altruista que disfruta compartir su riqueza con otros. Las personas resilientes encuentran mayores niveles de felicidad frente a aquellos que son más ambiciosos. Finalmente las relaciones sociales y el autocontrol juegan un papel importante, aquellas personas extrovertidas disfrutarán gastar dinero en actividades sociales mientras que aquellos con bajo control en sus gastos tendrán mayores niveles de estrés.
En Colombia, el dinero es muy importante Según un estudio de Nu Colombia, el 55 % de los jóvenes considera que su tranquilidad está estrechamente relacionada con su estabilidad financiera, sin embargo un preocupante 13 % de los jóvenes, califica su educación financiera como pésima, sugiriendo una falta de conocimiento en esta área. El 77 % de los adultos mayores considera que no tener estrés financiero es clave para el disfrute de la vida. El estudio termina llamando la atención de una gestión responsable del dinero sin necesidad de atribuirle la responsabilidad a otros actores distintos a nosotros mismos.
Director Redcol Impact
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