Migración, hueso duro de roer

Columnista Invitado

Los movimientos de refugiados y de migración ilegal son un foco de atención global. Una de las grandes cuestiones de la línea dura sobre migración que defienden los países que se reúnen por estos días en la cumbre de la Comunidad Política Europea en Granada-Sur de España, es el Pacto sobre Migración y Asilo.
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Durante la Cumbre, en una reunión paralela, un reducido grupo liderado por los Primeros Ministros Georgia Meloni de Italia y Rishi Sunak de Reino Unido, entre los que también estaban Francia, Países Bajos y Albania, que respaldaron posturas más duras para reforzar fronteras.

En ese sentido, Meloni y Sunak, publicaron una carta conjunta en el diario británico “The Times”, expresando su posición.

En ella, los mandatarios señalan que: “Cada semana, miles de migrantes cruzan el Mediterráneo para llegar a Italia, entrando ilegalmente en Europa. Muchos se dirigen al norte para llegar al Reino Unido. Se trata de una crisis ética con bandas criminales que se benefician de la miseria de los más vulnerables. Una crisis humanitaria con naufragios que se han cobrado más de 2.000 vidas este año. Es una crisis europea como señaló la Presidenta de la Comisión Europea Úrsula Von der Leyen, cuando indicaba que son los Estados los que deciden quien llega a Europa, no los contrabandistas y traficantes”.

Meloni, ha tenido serios enfrentamientos con el Canciller alemán Olaf Scholz, por la financiación que Berlín brinda a organizaciones humanitarias que realizan rescates de migrantes en el Mediterráneo y terminan desembarcando en Italia.

El tema no es cosa de poca monta, según las estadísticas, Europa ha respondido en los últimos años, al mayor reto migratorio desde la Segunda Guerra Mundial, con la llegada descontrolada y sin precedentes de gran cantidad de refugiados y migrantes irregulares dejando en evidencia las grandes deficiencias en sus políticas migratorias y la impotencia de las ayudas humanitarias.

Pero si de políticas migratorias hablamos, Latinoamérica no se queda atrás, aunque la migración internacional tiene un rol central en el debate político, no se ven soluciones en el horizonte.

Prácticamente todos los países de la región hacen parte de los ciclos migratorios –origen, destino. retorno o tránsito-. Según la ONU, el 15 % de la población mundial migrante es latinoamericana; sin embargo, Venezuela se cuelga todas las medallas.

El éxodo venezolano choca de frente con la falta de acción de autoridades y dirigentes políticos, nacionales e internacionales, que no atienden las causas que empujan a esos millones de personas a abandonar su país de origen, ante una crisis humanitaria y económica sin antecedentes.

DIVA CRIADO

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