La verdad, encierra un importante significado

Quiero agradecer a las personas que me han brindando su voto de confianza, frente a los recientes acontecimientos que tienen como único fin, desprestigiar, no solo al Comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué, sino a una institución;

evento que conlleva a fortalecer nuestro deseo por continuar trabajando y aportando a la convivencia y seguridad del pueblo tolimense, demostrando con valentía y esfuerzo, una verdad evidente ante la comunidad, pues no bajaremos la guardia en la lucha contra la delincuencia que viene generando sensación de inseguridad.


Aquí vale la pena hacer una pequeña digresión sobre lo que pocos desconocen, pero desvaloran, un concepto que desde nuestros inicios de vida, los padres y abuelos, se empeñaron en educar la noble tarea de transmitir sabiduría; el concepto de la Verdad, significado que abarca honestidad, fe, confianza, fidelidad y sinceridad humana en general, término que no cuenta con una sola definición, pero permite relacionarla con la coyuntura que nos ataña en este momento, tras la campaña de desprestigio que fuerzas oscuras han lanzado hacia la imagen de una persona que representa una grandiosa  institución, como lo es, nuestra Policía Nacional.


Cabe entonces preguntarse, si aquellos que aducen conocer la verdad de hechos acaecidos hace más de una década, y los cuales han hecho tanto daño al departamento, pueden ahora orquestar a través de sus hilos conductores y manipuladores, la historia de un pueblo afectado por su accionar delincuencial en busca de intereses únicos y particulares, sin detenerse a pensar que continúan afectando con sus ilícitas acciones a la comunidad ibaguereña.


Como siempre nos ha caracterizado, somos más los buenos que los malos, este número mayor valora la verdad moral sobre la mentira, considerándola como un amplio e importante ejercicio de virtudes, ya que una persona es veraz cuando muestra su autenticidad en la coherencia de su modo de existir, actuar y pensar, permitiendo dar una respuesta con hechos legítimos a los síntomas dañinos de unos pocos, quienes pretenden desconocer el importante trabajo desarrollado desde su inicio por la Policía Metropolitana, a través de artimañas interpretadas en actos antisociales y desagradables.


Esto me impulsa a seguir luchando sin interrupción, para lograr la tranquilidad y seguridad de los ciudadanos, potenciando cada día nuestro esfuerzo hacia las necesidades de los ibaguereños y tolimenses, aplicando cada uno de los postulados de nuestro Código de Ética Policial, particularmente, en su aparte que encarna una verdad “Reconozco que el lema Dios y Patria, simboliza la fe del público y que lo acepto en representación de la confianza de mis conciudadanos y que lo conservaré mientras que siga fiel a los principios de la ética policial. Lucharé constantemente para lograr estos objetivos e ideales, dedicándome ante Dios a la profesión escogida: La Política”.



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