Primero el ciudadano

La Policía Nacional tiene entre sus prioridades el valor de rescatar la confianza ciudadana, destacando que se reconoce los derechos y deberes de los ciudadanos, tendiente a liberarlos de las problemáticas de inseguridad que lo aquejan, es nuestro trabajo y compromiso, pero aquí vale la pena hacer una pequeña digresión sobre las clases de ciudadano; inicialmente,

aquellos que participan activamente en las estrategias de seguridad para mejorar las condiciones de convivencia de los ibaguereños, los que aportan sus conocimientos, su actitud positiva y un mejor actuar, aquellos que cuando realizan un señalamiento hacia el servicio de policía tiene objetividad y fundamento para hacerlo, entendiendo que la seguridad se construye entre todos, recociendo el buen trabajo que desarrolla la Policía Metropolitana de Ibagué, teniendo sentido de corresponsabilidad que existe entre las unidades policiales y el ciudadano.

Contrario a ello, existen ciudadanos sin sentido de pertenencia, desconociendo sus deberes ante la sociedad, convirtiéndose en fuertes críticos de las actividades que adelantan las autoridades, esperando un  leve espacio para responsabilizar a la policía de las coyunturas que se presentan en la ciudad, cimentando escenarios de protesta y crítica a través de los medios de comunicación, siendo el ideal, que se pusiera la camiseta de la región y aportara en los proyectos y planes preventivos que se realizan para contrarrestar el accionar delincuencial de la región.


Es así, como en los últimos días se han materializado contundentes resultados contra grupos delincuenciales que afectan la convivencia de nuestra ciudad, destacando la captura de los responsables de la muerte del señor José Abelino Peña Ramírez, conductor de taxi, quien fue víctima de estos homicidas y los cuales fueron puestos a disposición de la autoridades competente para su respectiva judicialización, evidenciando la descomposición social en los cuales están inmersos estos delincuentes, quienes sin motivo alguno, deciden segar la vida de  una persona. Es importante destacar en estos casos la oportuna colaboración de los buenos ciudadanos que aportan valiosa información privilegiada para materializar estos resultados, actuando ágilmente y dando la acertada respuesta a la comunidad ante este tipo de coyunturas. Si esto se repicara en los más de 500 mil habitantes se tendría una red ciudadana fortalecida, ya que somos más los buenos que los malos contra la delincuencia. Así mismo, se han desmantelado bandas delincuenciales dedicada al hurto a vehículos y residencias, se han neutralizado más de 28 expendios de microtrafico, donde la  instrumentalización de la mujer ha sido necesaria para estos hechos ilícitos.


Llamo la atención e insisto a mis hermanos ibaguereños y tolimenses en la consolidación de un frente común contra la delincuencia, aunque existe el derecho a la protesta, esto no resuelve los fenómenos que afectan la seguridad, pero la unión de cada uno de los ciudadanos sí es una fuerza imparable para la contrarrestar la delincuencia, ya que la seguridad se construye entre todos, juntos y tomados de la mano con la gobernabilidad y todas la instituciones; es necesario que continuemos reuniéndonos con la comunidad, fortaleciendo las campañas de prevención y control; pero, igualmente es contundente que la ciudadanía no dé espacios para que la delincuencia actúe, recuerden el adagio popular “la ocasión hace el ladrón”, apliquen todas la estrategias de seguridad que se les brinda en los consejos y encuentros comunitarios de seguridad, donde se les ha socializado hasta lo más básico de prevención. Finalmente, recuerden Juntos para construir ciudad, fortalecerá el tejido social de nuestra región. DIOS Y PATRIA

Comentarios