Desdibujando el objetivo del sano esparcimiento entre familiares y amigos en un ambiente de festividades folclóricas.
Este tipo eventos afectan la imagen de la ciudad, máxime cuando Ibagué, se engalana con la visita de comunidades folclóricas departamentales, atrayendo la concentración de propios y extraños a departir y gozar del festival en esta región.
Acéptese o no, existe responsabilidad de los propietarios y/o administradores de este tipo de locales, toda vez que éstos deben propender por garantizar la seguridad para los usuarios al interior de lugar, cumpliendo con la reglamentación, realizando controles en las puertas de acceso que permitan detectar y evitar el ingreso de armas o algún elemento que pueda afectar la integridad física de sus asistentes, ya que se evidencia falencias en los métodos de verificación o registro de las personas que ingresan a este tipo de locales, destacando que se concentran en la venta de licor, dando poco interés a la seguridad en el lugar.
Al respecto conviene decir que es necesario que este tipo de establecimientos, tenga a la vista de sus usuarios antes de ingresar, un protocolo de beneficios y restricciones que se deben tener en cuenta para la estadía en el lugar, entre éstos, no fumar en recintos cerrados, no permitir el ingreso de niños, niñas y adolescentes, no se permite el ingreso de armas o sustancias estupefacientes, en caso de conductas no propias de convivencia serán retirados del lugar.
Igualmente, fortalecer la seguridad en el ingreso de las personas, teniendo en cuenta que la concentración al máximo de personas en un recinto pequeño, genera hacinamiento, aumentando el riesgo de riñas y confrontaciones, situaciones que este tipo de medidas preventivas pueden evitar, minimizando escenarios de afectación a la comunidad en general. Llamo la atención, ante la mirada indiferente de algunos ciudadanos que no advierten oportunamente hechos que podrían alterar la seguridad ciudadana, destacando que la responsabilidad para que los diversos eventos salgan a feliz término es de todos, iniciando por el buen comportamiento ciudadano y evitando de forma insistente el abuso en el consumo de bebidas embriagantes, detonador de muchas situaciones de alteración del orden social en este tipo de festividades; si usted es testigo de un hecho alerte ágilmente a la Policía Metropolitana, no espere ser la víctima para entender que Ibagué, es nuestra casa y debemos protegerla ante hechos que alteren la paz y convivencia ciudadana.
Hermanos ibaguereños y tolimenses, los invito para que este domingo en un acto de sana convivencia recibamos a turistas, demostrando que esta ciudad es el mejor vividero del país, deseosos de continuar visitando nuestra región, multiplicando su experiencia folclórica por el territorio nacional y extranjero, dejando en alto el reconocimiento del buen comportamiento y trato ciudadano. Dios y Patria.
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