Cultura de la ilegalidad

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Aceptar lo ilegal, con actividades impropias que jocosamente algunos denominan “colombianadas”, malversando la cultura de nuestro país, continúa siendo un tópico que afecta no solo la seguridad y convivencia ciudadana, sino, también, la imagen de un pueblo que alberga aún muchas personas buenas y con deseos de aportar al bien común de su terruño; es así como esos pocos que aceptan lo “ilegal” como mecanismo facilista ante una posible necesidad o gusto, se convierten en forjadores y potenciadores de la CULTURA DE LA ILEGALIDAD, haciendo parte de aquellos que con mirada indiferente asumen con mayor importancia lo ilegal, sin pensar en el origen y la consecuencia de la CONNIVENCIA del delito.

Ahora bien, la Policía avanza en actividades preventivas y de control contra aquellos fenómenos que estarían alineados a este tipo de conductas, pero sobrepasar las esferas de aceptación individual hacia lo positivo y legal inicia en la educación en casa, apoyada, obviamente, del aporte en las escuelas, los colegios y universidades y, lo más importante, el tomar el camino del bien o del mal, donde la segunda siempre traerá consecuencias funestas para el infractor de la legalidad.

Algunos de estos factores podrían mencionarse en actos tan sencillos como adquirir elementos de contrabando, donde el mercado se ve inundado de productos a bajo precio y pésima calidad, recuerde que “lo barato sale caro”; comprar un celular hurtado, donde su procedencia muy seguramente es emergente de una acción ilícita, la agresión física a su propietario y el choque emocional desencadenado tras un acontecimiento infortunado; conectar la señal de televisión de forma irregular, donde aducen engañar a la empresa, pero los engañados son ellos mismos cuando acceden a estas conductas impropias dejando como resultado mal ejemplo para los hijos y la comunidad.

No puedo dejar pasar el claro ejemplo de esta cultura ilegal, aquellos infractores de tránsito que pretenden seducir con dinero a los policías; pero, más aún, aquel que acepta hacer parte de esta cadena ilícita, es así que estaremos prestos atender cualquier acto que afecte la imagen y buen proceder de aquellos policías que cumplen con su deber constitucional y moral, recibiendo la información a través de los correos electrónicos metib.coman@policia.gov.co y credipmetib@dipol.gov.co, reiterando la importancia de la denuncia, pero con objetividad, toda vez que lo expuesto se verificará para confirmar, desvirtuar y sancionar, si es el caso al responsable, evitando caer en la cultura de la ilegalidad, haciendo señalamientos inadecuados.

Invito a reflexionar sobre la importancia de obrar bajo el marco legal, siendo la ética, los principios y valores, reglas o normas de conducta que orientan la acción de un ser humano, destacando que la institución policial puede aplicar infinidad de controles para mitigar el daño que causa la cultura de la ilegalidad, pero, realmente, la decisión de obrar en la naturaleza legal está en cada individuo, está en usted. DIOS Y PATRIA.

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