Comandante Metib

En lo corrido de la semana, se pudo apreciar en los medios de comunicación nacional, algunos casos donde ciudadanos lograron frustrar exitosamente el accionar delincuencial, éstos de forma valiente, se convirtieron en super ciudadanos, destacando su heroísmo al enfrentar al delincuente; aunque obviamente es un riesgo tal hazaña, es un evento digno de admirar, destacando una ruptura entre la indiferencia ciudadana y la perseverancia de una comunidad para luchar contra la delincuencia.

No obstante, este tipo de acciones tienden a trascender a la arbitrariedad, cuando la ayuda se traduce en “justicia ciudadana”, convirtiéndolos en “juez y parte” en la coyuntura, generando intereses combinados entre las partes enfrentadas; destacando que algunas personas intentan tomar parte en la toma de decisiones, pero no pueden hacerlo de manera imparcial y es ahí donde deben permitir que la acción policial prosiga su buen curso para dejar a buen recaudo a un posible infractor de la ley, respetando sus derechos fundamentales como ser humano.

En este punto, se destaca que no se puede permitir que la acción ciudadana cause daño a una persona, así esté señalado de cometer una acción ilícita; aunado a ello, no es aceptable que los habitantes de una zona en particular, orquesten una asonada cuando la institución policial hace presencia a través de las patrullas de cuadrante para apersonarse de la situación.

Si bien es cierto, la invitación es a generar un cerco contra la delincuencia y un frente común que evite la expansión delictiva, se debe hacer con responsabilidad, minimizando riesgos de afectación a la misma comunidad.

Cabe advertir que, la región requiere de muchos super ciudadanos, personas de bien que promuevan los valores éticos y morales, multiplicando conductas positivas a los habitantes de la región, para mejorar con su aporte y trabajo la buena convivencia entre los ibaguereños y tolimenses; sin esperar nada a cambio, excepto la gratificación de servir de forma voluntaria y desinteresada a su propia comunidad, destacando que muchos hablan, pocos aplican; no hay que olvidar que la palabra convence, pero el ejemplo arrastra.

Por ello, es importante señalar algunos de los aspectos que hacen de una persona, un super ciudadano. Inicialmente, cumplir y respetar la ley, segundo, servir a las personas desarrollando y consolidando la generosidad, que se traduce en olvidarse de uno para interesarse en los demás.

Sumado a la discreción, que hace referencia a servir, sin ostentar y sin hacer sentir mal a quien se sirve, por ello, se fortalece con prudencia al servir cuando y/o como se debe servir; alimentando a diario sus buenas acciones con amor a su prójimo, convirtiéndose en personas de bien y uniéndose al grupo de los super ciudadanos.

DIOS Y PATRIA