Libertad y derechos mal interpretados

Es una preocupación sentida los escenarios de afectación a la convivencia y seguridad ciudadana que se vienen presentando por parte de la materialización de vías de hecho bajo la autoría de niños, niñas y adolescentes (NNA), dejando en evidente riesgo las consecuencias ante la pérdida de los valores, la ética, la moral, las buenas costumbres y el irrespeto por la ley.

Generando hombres y mujeres con un débil sentido de hacer bien las cosas; aclaro, que hago referencia al sentido del respeto hacia los padres, los abuelos o el adulto que orientaba a N.N.A con sabia y total autoridad.

Como policía y padre, estoy en total desacuerdo contra el maltrato infantil, hay que educar con inteligencia y responsabilidad, es una obligación orientarlos y protegerlos, pero los N.N.A en la última década vienen confundiendo libertad y derechos, con hacer las cosas sin control, sin ningún tipo de restricción, usando como herramienta de discurso el libre desarrollo y expresión; es así que cuando éstos, se sienten presionados por la autoridad de un adulto que los cohíbe de cometer actos que muy seguramente los perjudicará, omiten el campanazo de la experiencia vivida ya por esa persona mayor, y es ahí donde se debe evitar privarse de la autoridad tradicional que se debe ejercer como adulto en la sociedad, educando con sabiduría y tesón.

Adviértase que, a pesar del esfuerzo de muchos padres por educar a sus hijos con autoridad, existen algunos factores exógenos que lo debilitan, entre éstos la desintegración familiar de algunos hogares que aunque no es la constante, si estaría siendo un catalizador para el surgimiento de un triste escenario que evidencia la falta de autoridad en los adultos, donde padres sienten temor de denunciar que éstos, yacen inmersos en el mundo de la delincuencia, precisamente por no obrar en el momento que era necesario, dejando a la suerte el futuro de su descendiente, quien por falta de control confundió su libertad para convertirse en un integrante o en su defecto líder de un grupo delincuencial.

Acudo a este ejemplo para destacar que cuando un NNA es aprehendido como infractor de la norma, éste hace mención a sus derechos contemplados en la Ley 1098 de 2006 – Código de infancia y adolescencia, exigiendo su aplicación bajo su conveniencia; igualmente, cuando un padre es convocado para que reciba a su hijo, posterior a que éste participara de actos fuera de la ley, éstos llegan con arrogancia, irrespetando la labor constitucional de protección al menor, olvidando que el NNA está en una situación irregular precisamente por su pérdida de autoridad, siendo evidente la ausencia de la educación inteligente y responsable de un adulto.

Como breve conclusión, es importante aunar esfuerzos para evitar que los NNA sean instrumentalizados por adultos irresponsables que aprovechan coyunturas internas del menor para catapultarlos como potenciales delincuentes, evitando escenarios de la ilicitud que los conlleven a ser internados en centros de rehabilitación, alejándolos de un ambiente familiar; esto es una alerta general para proteger a los NNA de la región y del país.

DIOS Y PATRIA

Credito
Comandante Metib

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