Invasión de terrenos

Comandante de la Metib

El deseo y necesidad de vivienda, viene siendo aprovechada por algunas personas como pretexto para invadir terrenos en diferentes sectores de Ibagué, destacando que esta actividad está contemplada como delito en el artículo 367 del Código Penal “el que con propósito de obtener para sí o para un tercero provecho ilícito, invada terreno o edificación ajenos, incurrirá en prisión de dos a cinco años y multa de cincuenta a doscientos salarios mínimo legales vigentes”.

Ejemplo de ello, son las viviendas de interés social en el sector de Nueva Castilla en el año 2011; así mismo, la problemática en avanzado desarrollo en predios colindantes al centro carcelario y penitenciario Picaleña, sumado a los continuos intentos de parcelar y/o lotear terrenos en zona rural de Villarrestrepo, aunado a los mismos escenarios en La Ceibita de El Salado, El Paraíso de la Gaviota y recientemente en Modelia II y el sector de Los Álamos en Ibagué.

Se destaca que esta coyuntura viene afectando la convivencia y seguridad ciudadana, toda vez que se presentan algunas constantes, como el enfrentamiento de los invasores con unidades del Esmad de Policía nacional, los cuales están en la obligación de salvaguardar el derecho de propiedad, máxime si existe una demanda por parte de los propietarios legales y donde existe obviamente el riesgo de acciones que afecten a ambas partes, sin dejar pasar la intención de terceros de desdibujar el profesionalismo de este grupo de uniformados.

Por otra parte, se presenta la existencia de personas dedicadas a la invasión de terrenos, quienes han tomado esta actividad como un negocio para su favorecimiento financiero, contratando personas para invadir, mientras éstos se las arreglan para vender lotes ya invadidos y prometer legalización de los mismos. Informaciones en proceso de verificación señalan que algunas de las personas que vienen intentando invadir predios en Modelia, son propietarios de varias viviendas, adquiridas de la misma manera.

Con sano criterio, se puede afirmar que algunas zonas invadidas que ya están consumadas en su totalidad como lotes, han logrado este objetivo mediante amenazas, constreñimiento, hurto, comercialización de estupefacientes y porte ilegal de armas de fuego; agregando que se ha evidenciado sistemas humanos de seguridad para impedir la acción de las autoridades. Al respecto conviene decir que han llegado al extremo de instrumentalizar niños, niñas y adolescentes, personas de la tercera edad y mujeres en estado de embarazo como escudos humanos al momento de la llegada de unidades de la Policía Metropolitana de Ibagué, evidenciando una completa organización en esta actividad y lo cual permite el asentamiento de focos delictuales en las zonas invadidas.

Adviértase que, a pesar de todo, algunas de las personas que optan por intentar adquirir vivienda por estos medios son buenas, pero debido a su estado de necesidad son manipulados por individuos de bajas intenciones.

En este orden de ideas, es prudente evaluar la necesidad de fortalecer los mecanismos interinstitucionales que permitan generar los niveles de corresponsabilidad frente a la problemática, vinculando a empresas de servicio público para que generen controles que impidan el uso indebido de energía, agua y alcantarillado en zonas invadidas. Igualmente, obligar a propietarios de terrenos a instalar inicialmente “Avisos de Propiedad”, particularmente en sitios con una amplia extensión de terreno, proclive de ser invadido. Aunado a ello, realizar cierres pertinentes que minimicen el riesgo de invasión de los terrenos. Finalmente, denunciar a los responsables de este ilícito. DIOS Y PATRIA

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