Prevención del delito

Comandante de la Metib

A pesar de los múltiples esfuerzos para contrarrestar el accionar delincuencial, siempre existirá un individuo con capacidad o que cumple con sus pretensiones de infringir la ley, causando daño a otro ser humano, escenario que visto desde una perspectiva de victimización individual podría generar interesantes hipótesis de por qué se presentan algunos delitos más que otros.

Se destaca que la seguridad subjetiva marca un índice negativo, toda vez que hace parte de la sensación de inseguridad que se genera ante un evento de riesgo que en algunos casos se le presenta a una sola persona, pero la mala experiencia se multiplica al ser conocida en el colectivo.

Al respecto conviene decir, existe una premisa teórica que señala “la oportunidad hace al delincuente”, haciendo referencia a esos espacios que eventualmente se facilitan para la consumación del hecho ilícito; las oportunidades juegan un rol importante en las causales del delito, no únicamente en hurto a personas o residencias donde se evidencia como particularidad que un hurto residencial exitoso, puede motivar al delincuente a volver en el futuro, máxime si el afectado no mejoró su ámbito de protección (medidas de seguridad).

La prevención del delito situacional conlleva a la necesidad de conocer y aplicar estrategias individuales que eviten ser blanco proclive de la delincuencia.

Otro ejemplo de ello, es al observar como algunos usuarios de equipos móviles, lo portan sin ningún tipo de previsión, siendo el bolsillo trasero, un sitio de fácil acceso para los denominados “cosquilleros”; aunado a ello, hablar por celular y conducir al mismo tiempo, infracción de tránsito que se convierte en factor de riesgo, permitiendo la ejecución de un delito de oportunidad.

Igualmente, los delincuentes ejecutan hurtos residenciales en el momento o en las fechas en que los ocupantes se encuentran estudiando, trabajando o vacaciones sin dejar morador alguno que evite el ingreso indebido de la delincuencia.

Un acto previsivo estaría en la capacidad de coordinar con un vecino o familiar que esté atento al inmueble en su ausencia, siendo una alerta para los moradores del entorno que en un periodo determinado no estarán sus residentes.

El delito puede ser prevenido mediante la reducción de las oportunidades al accionar delincuencial, los métodos pueden ser aplicados en todos los aspectos de la vida diaria, pero deben adaptarse a cada situación delictiva en particular.

Ello hace referencia a incrementar el esfuerzo que un delincuente debe llevar a cabo para poder cometer un delito; un ejemplo sería contar con un buen sistema de seguridad en las guardas de la vivienda; no facilitar datos personales a individuos sin identificar, evento que particularmente sucede vía telefónica o falsos encuestadores. Controlando estos aspectos se reducen los beneficios o recompensas que el delincuente aspira obtener al completar el delito.

El facilismo temporal conlleva a permitir un espacio para el delincuente, un ejemplo del entorno sería el parqueo de vehículos en sitios que no cuentan con un mecanismo de seguridad, destacando que en algunas actividades de prevención realizadas por la Policía Metropolitana en la jurisdicción, se han hallado automotores con las puertas abiertas y motocicletas con las llaves puestas; se acude a este ejemplo para evidenciar que la responsabilidad de la seguridad inicia de forma individual y continúa de forma colectiva.

Es así, como se ha evidenciado que esta zona del departamento es vista por delincuentes dedicados al hurto a vehículos y motocicletas como punto de fácil desarrollo de su accionar ilícito, destacando que algunas personas no usan parqueaderos instalados para este servicio de forma legal, toda vez que este tipo de lugares deben contar con un esquema de seguridad para salvaguardar el automotor, evitando abandonarlo a la suerte sobre las vías públicas o en su defecto ser desvalijado en sitios no autorizados.

La Policía nacional está para salvaguardar la vida, honra y bienes de los ciudadanos, no obstante, cada ibaguereño y tolimense debe aportar de forma positiva a su propia seguridad, practicando la cultura de la legalidad y participando de medidas de autoprotección, entre estas vincularse a los frentes de seguridad siendo un valioso engranaje para contrarrestar el accionar delincuencia en beneficio de toda la región.

DIOS Y PATRIA

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