Todo parece indicar que nuestro Deportes Tolima cambiará de sede. Se habla del estadio “Ariel González” de Líbano como la próxima casa del “Coloso de la 37”. Y es que en “La Pega” (Perseguidos por Guillermo Alfonso) no solo terminó incluido el presidente del equipo, sino el cuerpo técnico, los jugadores, los hinchas, los vendedores del estadio, y en fin, todos los que directa o indirectamente tienen que ver con el Deportes Tolima.
¿Será que Jaramillo es consciente de las implicaciones negativas que tiene desde lo económico el hecho de que el club termine jugando en otra ciudad? O es que acaso está pensando en hacer una especie de ‘enroque’ con su natal Líbano fundando un nuevo equipo en la capital tolimense... Y de ser así, ¿cómo le pondría? “Ibagué Futbol Show”.
Surgen muchas dudas, como por ejemplo: ¿Dónde se concentraría el equipo antes de los partidos? En un hotel, como todos los equipos de fútbol, o en Toche. También habría que preguntarse si de concretarse la propuesta de las huertas de marihuana que hizo el burgomaestre en su informe de los cien días, ¿habría alguna excepción de la Dimayor en lo relacionado con el control al doping?
Además, en ese equipo, ¿quién sería el valiente que se le midiera a jugar por la banda derecha? ¡Porque por la izquierda lo que sobran son jugadores!
Pero como en todo equipo que se respete, sería lógico que Jaramillo tuviese que importar jugadores. ¿más rolos? Sí y no, porque si bien podría incorporar al bogotano Iván Cepeda, también incluiría a personas de otras latitudes como Piedad Córdoba o Gustavo Petro.
Eso sí, mientras se estudian éstas contrataciones, lo cierto es que esta semana hizo su aparición en la ciudad el primer profesional de renombre, su apellido Iguarán, y aunque no fue presentado formalmente a la afición, si se reunió en privado en el sector de Calambeo con el personero de la ciudad (actualmente suspendido por el Tribunal), con 15 de los 19 concejales (algunos investigados por el nombramiento del propio personero, otros por el del Contralor, otros por la aprobación de la consulta minera y otros por todas las anteriores), y con el alcalde Jaramillo (con un escenario fáctico distinto). Con estos antecedentes, es evidente que no se trató del legendario Arnoldo ‘El Guajiro’ Iguarán, quien jugara hace varias décadas en el Deportes Tolima y en la Selección Colombia. Es más, su origen ni siquiera es guajiro sino vallecaucano, y su fuerte no es el fútbol, sino el derecho. Se trata ni mas ni menos que del connotado jurista y exfiscal General Mario Iguarán.
Sin duda, ¡es un goleador de quilates! porque hay que recordar que fue el abogado que logró sacar adelante el ‘caso Petro’, quien tras haber sido destituido, fue devuelto a su cargo y logró terminar su periodo como Alcalde de Bogotá. El único problema para Jaramillo es que su hipotético equipo, por mas refuerzos que tuviera, jamás equipararía ni en afición, ni en generación de empleos directos e indirectos al glorioso Deportes Tolima.
Ojalá el Alcalde reconsidere su posición, entre otras razones, porque mientras él nos ha privado de sus “shows” en prolongados periodos, como cuando vivió en Bucaramanga, en Bogotá, o en Suecia, el ‘Tolimita’ siempre ha permanecido acá, generándonos más alegrías que tristezas.
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