Resulta paradójico anunciar un incremento del 60 por ciento en el impuesto predial para el sector comercial e industrial en momentos en los cuales no solo en la capital tolimense, sino en todo el país se está dando una dura pelea en contra de la reforma tributaria que se viene tramitando en el Congreso de la República, precisamente porque el pueblo colombiano esta cansado (mamado) de que le metan la mano al bolsillo para solucionar los problemas de caja que se generan cuando no se administran los recursos públicos de manera correcta.
Y es que contrario a lo que se esperaba, esta administración ha estado en el ojo del huracán por el manejo poco cuidadoso de los dineros oficiales, hasta el punto que para muchos le terminó pasando lo del “pastorcito mentiroso” la semana anterior en la licitación mediante la cual se escogió entre 26 proponentes el contratista que deberá realizar la obra del colector El Sillón.
Claro que antes de esa licitación, se prendieron las alarmas en toda la ciudad porque se conoció que la Administración municipal destinó cerca de 5.200 Millones de pesos para realizar ferias, eventos y celebraciones. Una cifra estrambótica que seguramente descuadra cualquier presupuesto en una ciudad como la nuestra.
Pero es que también se destinaron mil 200 millones de pesos para publicidad. Recursos que se vienen ejecutando, unos para “promoción institucional” y otros para “logística”.
En el mismo sentido, fue de muy mal recibo que la Administración municipal no solo hubiese tomado partido en el plebiscito del 2 de octubre, sino que adicionalmente le hubiera echado mano al presupuesto de los ibaguereños gastándose 65 Millones de pesos en esa campaña. Algo inaudito.
Y a todo lo anterior se suma “el trasteo del año”. Al mejor estilo de Santos y su cambio de cortinas en Palacio, el traslado de la Secretaría de Tránsito de Ibagué ya nos está costando cerca de 500 millones de pesos.
Ahora bien, como para terminar de condimentar la subida del predial para el sector comercial e industrial del 10 por mil al 16 por mil, no faltará quien deduzca que esta medida corresponde a una de las peleas personales del burgomaestre con un conocido empresario de la ciudad y que así como el ladrón al robar el banco termina matando al celador del mismo, no porque fuera su objetivo, sino para garantizar que su plan sea exitoso, en este caso no importa cuantos mas se afecten con la medida, sino que lo importante es que con ella se golpee a ‘x’ o ‘y’ empresario.
Espero que ese argumento no tenga asidero en este caso, no solo por lo mezquino y anti técnico, sino porque además bajo el principio de la prohibición de la doble tributación en Colombia esta justificación convertiría la medida en una de las famosas trampas marca ‘Acme’ que utilizaba el coyote en los dibujos animados.
Ibagué no está para subir los impuestos en estos momentos. La Secretaría de Hacienda en cambio debería revisar las cifras de recaudo y hacer un mea culpa si es del caso.
Por último, ya estuvo bueno de ostentosas celebraciones, porque es evidente que “conciertos gratuitos” o similares no existen y la plata de los impuestos no alcanza para tanta fiesta.
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