Embajador de la India y elefantes blancos en Ibagué

Ricardo Ferro

¿Qué pasa cuando tres sabios con limitaciones visuales tocan tres partes distintas de un “sagrado elefante blanco”, la trompa, una pata y una oreja respectivamente, y cada uno sale a recorrer el mundo y contar su verdad sobre cómo es el paquidermo?

Pues existe una fábula hindú que plantea la respuesta: habrá tres verdades distintas contadas de manera sincera y honesta, pero no sobre un todo, sino sobre una parte del mismo.

Ibagué ha recibido tres visitas de distintas delegaciones diplomáticas en los últimos días. A los embajadores de China y Austria, este fin de semana se sumó el embajador de la India. Por supuesto, no Shri Lacshama Dharhamhhaj, el famoso personaje inventado por el seminarista Jaime Torres hace medio siglo y que fue objeto de todos los homenajes habidos y por haber en la capital huilense y que además, dio origen a una taquillera película, sino el verdadero y actual embajador de la India en Colombia Prabhat Kumar.

Pero, ¿y qué objeto tiene para una ciudad como la nuestra recibir estas delegaciones? Sería injusto pensar que se trató de una cortina de humo para desviar la atención de los escándalos de corrupción recientes, incluido el informe del Contralor Municipal según el cual el 94% de la contratación del 2016 se hizo ‘a dedo’ en Ibagué. O que se sincronizaron milimétricamente las agendas diplomáticas con la famosa cumbre política del Club Campestre, que dejó en evidencia las alianzas familiares con ‘Mais’ liberales de cara a las próximas elecciones de Congreso.

Preferible considerar (así se pase por iluso), que los objetivos de estas visitas diplomáticas son exclusivamente el turismo, la inversión, y el intercambio cultural. Eso sí, para evitar que por cuenta de verdades a medias, se termine como en la fábula hindú, será fundamental que en ese análisis Dofa que se realice, se incluyan todos los temas, de lo contrario estos encuentros no pasarán del cubrimiento mediático, las formalidades y los reconocimientos mutuos.

Para nadie es un secreto como del concepto de ‘Globalización’ se ha evolucionado al de ‘Glocalización’, y por lo mismo cada vez es mas común ver a las ciudades incursionando en el escenario internacional ofreciendo bienes y servicios.

Así las cosas, y pese a las limitaciones normativas que demanda un Estado como el nuestro, existe un enorme campo de acción en materia comercial, para el cual simplemente hay que preparar los territorios, tanto en lo físico como en la erradicación de ciertas prácticas que poco aportan para este objetivo.

Será requisito sine qua non actualizar la infraestructura, modernizar la administración pública y erradicar la politiquería y la corrupción de nuestra ‘patria chica’.

Y esto se logra, no persiguiendo a quienes opinan distinto por medio de funcionarios u opinadores del ‘redil’, sino generando confianza a través de un adecuado manejo de los recursos públicos y trabajando de la mano con el sector privado.

Saque de Banda: a propósito, ¿qué opinará el embajador de la India de nuestra colección de ‘elefantes blancos’? Acueducto complementario, panóptico, escenarios deportivos…

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