Este documento, afirma que las FARC buscaron asegurar legitimación internacional durante los años noventa, a través de una narrativa de representación de los desposeídos y lucha contra de la oligarquía Colombiana. La narrativa, difundida en diversos países de Europa y Latinoamérica, buscaba conseguir posiciones de neutralidad frente al conflicto y aprovechar las tensiones fronterizas de Colombia con sus países vecinos.

Sobre Venezuela, afirma el estudio que aunque al inicio de su presidencia, Chávez se mostró resistente a las FARC por la necesidad de mantener buenas relaciones económicas y comerciales con Colombia y evitar los riesgos políticos que implicaba tener contacto con el grupo guerrillero; años después, les permitió utilizar el territorio venezolano como santuario, operaciones transfronterizas, actividad política e incluso para penetrar la sociedad civil venezolana. Hasta el punto que, según el documento, el gobierno venezolano financió la oficina de las FARC en Caracas.

Como vemos, el análisis del ISS no solo documenta las relaciones entre las FARC y el gobierno Chávez sino que deja ver claramente que más que un factor de estabilidad, Chávez se ha convertido en un actor con gran influencia sobre la organización insurgente por su afinidad política y su cercanía con otros actores claves del diálogo (Raúl y Fidel Castro, y organizaciones nacionales como Colombianos y Colombianas por la Paz). Aquí cobra importancia la inteligencia estratégica; si se abre una transición en Venezuela, cual sería su impacto sobre nuestro proceso de paz con las FARC, especialmente si por desgracia esta tuviera un carácter violento y prolongado? Una pregunta para la ANIC (Nueva Agencia Nacional de Inteligencia Colombiana).