Aparecieron los reyes-dioses, las religiones y los conflictos por la adoración de los ídolos, ocasionados en gran parte por los manejadores del cuento religioso que querían conservar  el poder que a la larga fue político, lo que trajo el derrocamiento de gobernantes-dioses por medio de las armas.

Un sancocho con mitos, religiones, política, poder y guerras que fue adobado con saltos del monoteísmo al politeísmo y a la teocracia que traían o llevaban los triunfadores.

Nada raro que se saltara del judaísmo al cristianismo con el trasteo del Antiguo Testamento y un reguero de creencias, leyendas y prácticas de religiones antiguas que posteriormente, luego de un proceso selectivo se convirtieron en libros sagrados.

Los conflictos no cesaron cuando el emperador Constantino se convirtió al cristianismo y le dio poder espiritual y material al Papa sobre el mundo, sacando del paseo a los musulmanes y a los judíos, olvidando que estos últimos fueron la primera piedra del cristianismo.

Ese sancocho tantas veces recalentado produjo las cruzadas y otras guerras con apariencia de santas pero con objetivos políticos y económicos que fortalecieron las uniones entre religión, política y economía.

Aparece Lutero traduciendo y publicando la Biblia en alemán y lanzando algunas ideas, abriendo así puertas a una nueva religión.

El Papa no bendice un lío sabanero de la corona inglesa y nace una nueva religión dirigida por el rey, o la reina, persona normalmente pobre en formación teológica.

Ahora estamos viendo que los recursos naturales del medio oriente y la lucha entre religiones alimentan guerras manipuladas por imperios económicos. Para algunos los textos sagrados de sus religiones se convirtieron en una especie de constituciones políticas nacionales; el Corán para los musulmanes, la Tora para los judíos y la Biblia para el procurador con sueños presidenciales.

Esa mezcla de religión y política golpea la igualdad entre los ciudadanos y genera roces que estarían ausentes si existiera el respeto entre religión y política.

La tragedia de las Torres Gemelas fue justificada por algunos fundamentalistas islámicos como parte de su guerra santa contra el imperio capitalista.

Religión, política, poder económico y violencia en un solo plato que fue cobrado con violencia y causó mucho daño a los musulmanes, no solo fundamentalistas, precisamente en los días que toman fuerza los movimientos ecuménicos, especialmente entre religiones monoteístas para trabajar a favor de la paz, algo en lo que se puede aportar respetando las ideas políticas y las creencias religiosas de los demás y haciendo un esfuerzo por vivir en armonía con la naturaleza.

Ñapa.1.- Mientras el tema de las barras de fútbol no se mire como algo social y cultural y siga siendo tratado solo con represión por utilizar sus camisetas y sus trapos, seguiremos padeciendo el asesinato de miembros de esas barras. El último un joven de 16 años.

Ñapa.2.- Si quiere vivir la fiesta popular del Tolima, Purificación lo invita a disfrutar la mejor celebración del San Juan, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial del Tolima, el 23 y 24 de junio

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Conversatorio sobre San Juan: Mañana miércoles a las 7:00 de la noche, Casa de la Cultura de Purificación.