Berracundeo: La comparsa

Se sintió la ausencia de Olivo Saldaña, del excomisionado Restrepo, de la asesoría espiritual de José Obdulio, el primo de la estrella de la serie de moda y del Invercolsa que llora la pérdida del Rolex, en la conciliación que enrebequeció al país y tiene a unos parlamentarios y magistrados buscando albergue en pesebreras y al procurador de rodillas ante ídolos nuevos.

Mientras un hombre pobre está encanado por un cubito de Maggi, muchos comprometidos en crímenes de lesa humanidad y corrupción, lloran la tumbada de la reforma a la justicia, que los dejaría en libertad y los convertiría en próceres, reforma que más parecía haber sido hecha por vulgares criminales que por parlamentarios y representantes de un gobierno que de la noche a la mañana pasó de promotor a opositor, mostrado improvisación y falta de brújula al estilo Petro.

¿Quién va a restituir los millones gastados en ese bellaco intento de seguridad a unos parlamentarios y mercaderes de la violencia? Nadie.


Solo queda un cartel de la corrupción del cual hacen parte en representación del Tolima el supuestamente conservador Laserna y Carlos Edwar Osorio quien en un gesto de cinismo y como cualquier pendejo declaró que en la reforma no se metieron micos y que “no hemos hecho nada contrario a la Constitución y a la ley”.


Confesión no pedida de su falta de compromiso con sus electores y de su mediocridad en términos de ética y de moral.


Claro que el despelote ha servido para demostrar que sigue vigente el matrimonio Uribe-Santos y que la disculpa de Santos solo confirma lo que se dice en la calle: que nunca lo han pillado diciendo la verdad, ni en un acto de lealtad.


Corzo pide la gasolina de Merlano para ver si descubre qué es ser conservador, dilema que comparte con el senador Laserna. El procurador en -moncayado otro damnificado de la hundida reforma, con su garra sobre las mujeres, el fiscal tolimense tirando línea como defensor del gobierno y quemándole pólvora mojada al falso positivo de Sigifredo, mientras en el palacio de la novena desempolvan archivos, haciendo un mandado para tratar de joderle la vida al Dr. Augusto Arias utilizando la palabra de Olivo Saldaña, criminal mitómano por excelencia.


Los pecados de Arias: haber sido un buen alcalde de Chaparral y luego comisionado de paz del gobernador Guillermo Alfonso Jaramillo (¡¡¡ojo!!), ser enemigo de la violencia, preocupado por los problemas sociales, ser amigo de la cultura y un permanente gestor de paz.


Del carajo la farsa y la comparsa con el confeso analfabestio de Gaviria, “alias Simón el Bobito”. Falto de carácter para renunciar a la dirección de su tienda politiquera, con la pobre Rosmery Martínez posando de Llorona porque su hermano sigue con el expediente a cuestas, con Osorio y Laserna como los bobos del pueblo.


Sobran personajes ridículos para la comparsa que le faltó al festival folclórico, que puso de moda el jean estrecho y el sombrero costeño, que vendió un espectáculo internacional sin artistas y se sobró en falta de rescate de lo nuestro.


Claro que se le da cupo a los que dan y publican información turística sobre el Tolima sin incluir el San Juan de Purificación, Patrimonio Cultural Inmaterial del Tolima, y para los que braman sobre la Ruta Mutis ignorando las ruinas de lo construido por Mutis en el Real de Mina El Sapo, Valle de San Juan, lugar donde nació la Expedición Botánica. El nombre de la comparsa fue sometido a votación. En un papelito decía “Los H.P.” y en otro “Los HH: PP.”.   

Dialogábamos sobre las posibles interpretaciones al nombre cuando se escuchó la voz de un locutor comentando un fallo del Consejo de Estado según el cual “los animales tienen derecho a una muerte digna”. Nos miramos, sonreímos, dejamos de hablar pendejadas y nos pusimos a organizar el viaje a Mariquita para gozar El Mangostino de Oro, del 17 al 19 de agosto. Usted es invitado de honor.

Credito
HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

Comentarios