Berracundeo: UT: Con el enemigo adentro

“Lo que ellos nunca supieron fue que vendándome los ojos por tanto tiempo terminaría aprendiendo a ver. Tampoco se enteraron de que por entre las heridas de las cadenas retoñaron las ansias de libertad como malezas florecidas”.
Antonio Kamacho

Cuando se propuso la creación de la UT aparecieron los opositores encabezados por una persona que posteriormente se volvió defensora de la U a cambio de su nombramiento como profesor de Cátedra Bolivariana en Agronomía.

Creo que fue el primer profesor sacado por los estudiantes cuando estos comenzaron a dar la pelea por calidad académica. Saltando de sede a sede se iniciaron labores con las Escuela de Bellas Artes para un grupo de damitas que necesitaban hacer algo y con la Facultad de Ingeniería Agronómica que recibió estudiantes pobres, en su mayoría de provincia.


Algo diferente a lo afirmado por un despistado o tomador de pelo que aseguró en una publicación que Agronomía solo era para hijos de los terratenientes del departamento.


De pronto utilizó como fuente los textos sobre historia de la UT de quien se graduó como periodista e historiador en el Panóptico, la universidad de la décima.

La historia reciente de la UT es bien conocida y de pronto muy poco investigada. Algo que sobrepasa los procesos judiciales con los cuales se entretiene un exrector de malas mañas y malas compañías. El cambio de administración solo fue un corto paso por una puerta giratoria. Siguen los mismos que acompañaron al exrector procesado y al exrector encargado, los responsables del problema de la no acreditación que, para muchos, constituye un engaño a estudiantes, padres de familia y la comunidad tolimense.

Parece que la canasta se sigue llenando de basura sin destinatario y sin dolientes. Con el cuento del patrimonio cultural se han tirado una millonada en el antiguo panóptico, sin que se informe a la ciudadanía sobre lo que ha pasado con los contratistas, los plazos y el dinero que nunca alcanza.


Con el mismo cuento de patrimonio cultural se repartieron novecientos y pico de millones para proyectos aprobados a gorrazos, incluyendo trabajos ya realizados.


Ahora lo de la UT, que no es nuevo, también tiene los mismos actores en escena. De la canasta salen malos olores y nadie abre el pico, al parecer, atrofiado por la corrupción. Estos temas podrían ser de utilidad para que a los que les corresponda demuestren un poco de interés por frenar la corrupción, tema ignorado en el Tolima.


La situación de la UT tiene como agravante el desinterés de estudiantes y profesores. Les da lo mismo atrás que a las espaldas.


Las llamadas fuerzas vivas solo respiran cuando tienen que pedir. Nadie sale a defender la Universidad. Los que están adentro, con el rabo entre las patas. Los entes de control picados por el tse tse. La asamblea departamental conserva su inutilidad y el gobierno departamental ahí.

Credito
HECTOR GALEANO ARBELÁEZ

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