Berracundeo: Hacía falta

La noticia política de moda es el proceso de creación de un movimiento para rescatar moral, económica y políticamente al Tolima.

No se trata de refundar sino de salvar, de acuerdo con las declaraciones de algunas de sus estacadas figuras: Vitelio, la Mil Espinas, Robadito, La Chaperona, Mincho, Los Herraditos, el Cóndor, Campanilla, Calentura, Nagua Loca, Premio Tumbado, entre otros de los preocupados por demostrar su amor por la tierra y dar adecuada utilización a sus guardadas tulas y alforjas.

Sin necesidad de fusilar a Goyeneche y a Forero Latorre o de contratar especialistas en investigar lo investigado como si fuera patrimonio cultural de bucaneros provincianos, ya tienen propuestas de salvamento: pavimentación del río Magdalena, adoquinada del Combeima, comercializar la flor del pis.pi.ris.pis que obsesiona al guardián, corrupción ajustada a proporciones adecuadas, exportación de hielo caliente del Parque de los Nevados utilizando el tren de alta montaña que recorrerá la cordillera, producción de baberos para funcionarios de alto rango, gallera para gallos destetados, monumento a la corrupción, clínica especializada para funcionarios con hipoacusia rectal y sordera testicular, centros de culto para la adoración de narco-para-políticos, piscinas con lixiviados para los opositores de las anglodeyecciones, una rectoría para la Chaperona o por lo menos la decanatura del doctorado en corrupción y arribismo, venta de trago en el estadio que anteriormente era de Ibagué, convertir la plazoleta de La Pola en un enorme dormitorio de policías y el Parque del Centenario en sus caballerizas. Discuten sobre premios y condecoraciones.


Menos mal que nos apareció la Virgen. Los milagros se dan. De buenas que somos. Pueda ser que no aparezcan opositores a los designios divinos de convertir en realidad esos proyectos. Claro que el lanzamiento va a ser con todos los palos y servirá para inaugurar las obras de restauración del panóptico. Comentan que la financiación estará a cargo de los contratistas que pagaron comisiones para morder restauración, porque restauración que se respete es con mordida, de los que hacen cola para contratar obras con motivo de los juegos nacionales y, lógicamente, los que dicen trabajar por el Tolima destruyendo su medio ambiente con la bendición de autoridades responsables de su conservación. Los invitados son para hacer cola por sus autógrafos y sus regalos. Los egresados de la Universidad de la Décima repartirán ejemplares de sus obras sobre peculado, abuso de confianza, falsificación, cambio de destinación de dineros del Estado, enriquecimiento ilícito y falso testimonio, entre otras. La delegación del Espinal llegará repartiendo pañales a la loca. Las guarichas del micrófono guardaran silencio en ese evento. Las directivas de la UT darán pistas sobre el trabajo que realizan sobre la internacionalización de la avena y el hueso de marrano de Venadillo y distribuirán gratuitamente los proyectos para  resucitar la universidad que sepultaron, especialmente a distancia, con gotas de nepotismo y corrupción. Descrestaran los técnicos del acueducto por goteo. Ni más faltaba. Asistirán los responsables de la seguridad y del control de drogas, regalando declaraciones.


El evento incluye una ceremonia religiosa,a la cual me impiden asistir mis compromisos de pastoreo con las Adoratrices del Divino, juegos pirotécnicos, baile en el parque Murillo Toro para que el público disfrute la restauración del mural del maestro Jorge Elias Triana a cargo de un decorador de puentes en desuso, Exposición de bueyes y burros expulsados  de los pesebres, desfile de las que ejercieron en Planallana, delegaciones culturales de varios municipios y trago de contrabando.


Se les pide a los amigos de la causa tener fe. Fe en el movimiento que será reforzado con las lumbreras que apoyaron la fracasada reforma a la justicia para favorecer la impunidad y por debajo de la ruana contemplan sin mosquearse el daño que significa La Colosa y la destrucción del medio ambiente. Pero hay que tener fe. Fe en que para el Tolima es más importante la destrucción de su medio ambiente y la corrupción que el bienestar de sus habitantes. Con fe, con amnesia y sustracción de materia todo es posible. Lo hemos hecho posible y nos lo merecemos.

Credito
HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

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