Ingratitud y para el olvido

Se llamaba La Calle Cultural porque allí estaba la casa de Cristinita Rojas, el alma cultural de Ambalema, y allí llegaban a consultarla folcloristas, investigadores, coreógrafos, estudiantes y gestores culturales. Fueron varios los homenajes regionales que en vida se hicieron en su honor.

Se llamaba La Calle Cultural porque allí estaba la casa de Cristinita Rojas, el alma cultural de Ambalema, y allí llegaban a consultarla folcloristas, investigadores, coreógrafos, estudiantes y gestores culturales. Fueron varios los homenajes regionales que en vida se hicieron en su honor. La conocí cuando dictamos el primer curso de capacitación para bibliotecarios de los municipios con la idea de iniciar un proyecto de bibliotecas públicas y casas de cultura para el departamento. Era la de más edad del grupo y la más activa. En una ocasión fue necesario trabajar un fin de semana y por estar enferma le insinué descansara para después compensar el tiempo. Su respuesta la mostró de cuerpo y alma: gracias, pero me mandaron fue a capacitarme y tengo que hacer quedar bien a Ambalema. Sacó senas. Se hacía una distribución de bibliotecas –estantes y libros-y uno de los municipios no había presentado la documentación requerida (local, presupuesto y funcionario capacitado y nombrado) y de inmediato se pensó en Cristinita. A los ocho días estaban listas la documentación y la biblioteca en Ambalema. Su manera de ser y los programas con los niños convirtieron a estos en los mejores usuarios. Los conversatorios de los ancianos con los niños fueron un éxito, un ejemplo seguido por algunas bibliotecas públicas. Todavía escucho el eco de la conversación de Pachito Lentino, el Campeón y famoso Profesor Fico Lentinosfky, Científico cartomántico y Mentalista que arreglaba problemas del amor, de los negocios y del hogar, con o sin turbante. En esos conversatorios los niños recibieron testimonios sobre historia local, sobre mitos y leyendas y algunos entraron a ser parte de los grupos de danzas que en su repertorio incluían La Danza de los Leones y la Danza de Moros y Cristianos rescatadas por Cristinita. Inició el museo con material donado por la comunidad. De la biblioteca pública, la Casa de Cultura y el Museo, hoy solo existen las ruinas de sus instalaciones. Por varios años Ambalema llevó a Ibagué la mejor delegación cultural de los municipios al Festival Folclórico Colombiano gracias a la gestión de Cristinita. La delegación incluía carrozas de cigarreras, de lavanderas y el Muan, con grupo de danzas y banda de música. Siempre alegre y generosa divulgando la imagen cultural de su tierra hasta cuando se fue al descanso eterno a disfrutar de la gratitud que sus paisanos le negaron. A sus exequias solo asistieron 17 personas.

• “Cambiamos o nos cambian” dice valencia Cossio. Dejamos la corrupción y el apoyo a la expropiación violenta de tierras a los campesinos y se nos jode la refundación del país. Seguimos haciendo lo mismo o nos vamos para La Picota a vacacionar.

• El historiador, académico e investigador Pachito Santos considera un chorro de babas el informe “¡ Basta Ya! Colombia. Memorias de guerra y dignidad”, seguramente asesorado por la veleta Alfredo Rangel. Si llega a ser candidato de la U, como lo desea su despistado primo, saldrá el babero como símbolo de campaña y sobraran los afiches con su figura y el texto: ¡no vote a la loca!.

• Qué trató de insinuar o recordar el procurador con lo de “Nos lo están metiendo con vaselina”?.

• Nadie controla la Junta de Acción Comunal de La Pola. Libros perdidos, adulteración de actas, cuentas no rendidas, nada de informes a la comunidad, determinaciones sin consultar la comunidad y la administración municipal no se da por entendida. La mediocridad moral e intelectual no puede servir de disculpa para tanta alcagüetería.

Credito
HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

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