Legalizan lo robado

¿Quien de los que robó tierras a campesinos entre los años 30 a los 60 del siglo pasado la devolvió a sus dueños? ¿Habrá quien espera que las devuelvan ahora? Tampoco lo harán en este tiempo, aduciendo el fallecimiento de los criminales o el gran apego de los herederos a lo robado.

¿Quien de los que robó tierras a campesinos entre los años 30 a los 60 del siglo pasado la devolvió a sus dueños? ¿Habrá quien espera que las devuelvan ahora? Tampoco lo harán  en este tiempo, aduciendo el fallecimiento de los criminales o el gran apego de los herederos a lo robado. Por eso defienden lo despojando y la supuesta propiedad como fruto de su  trabajo honesto. Ese trabajo los volvió empresarios, jefes políticos en los pueblos más afectados por la violencia y prohombres del departamento. No se puede esperar que estos próceres o los de la siguiente generación lancen un suspiro de apoyo a la restitución de tierras. No se van a mover de  la silla y estarán al lado de los amigos del despojo violento o legalizado de tierras de campesinos o ejidos. Nada es nuevo en este terreno. Basta una corta lectura a la verdadera historia del país y una mirada a la mayoría de las grandes propiedades de muchos terratenientes, algunos bien agremiados y dedicados a satanizar las protestas de sus víctimas. Normal la oposición a la restitución de tierras y que asesinen a quienes lideran la lucha. Es el país refundado que tenemos, controlado por los refundadores que solo pueden ofrecer corrupción y plomo.

A Tirofijo lo dieron de baja más de quine veces y murió de viejo, después de haber transformado los grupos de resistencia en un grupo guerrillero integrado por campesinos comunistas y liberales, cuyo principal objetivo era la defensa de la tierra para el campesino pobre que la trabaja. Las cosas han cambiado,  pero seguimos en el mismo cuento. Asesinato de colombianos, robo de tierras, desplazamientos, injusticia, corrupción y abandono del campo por parte del Estado y muchos esperando que las cosas cambien.

Se dan pasos para intentar poner fin al conflicto y se desesperan los negociantes de la guerra. Los partidos políticos solo le juegan a elecciones. A los paros se responde con promesas y el uso de la fuerza. Piedras (Tolima) defiende su territorio y de inmediato el Gobierno anuncia que los municipios y los departamentos no se pueden oponer a la locomotora minera. Anglogold con este respaldo se envalentonó y comienza a soltar lo tan celosamente guardado. Claro que la primera disculpa  es la clase política tan llena de oscuros procedimientos, carente de ética y de  ideología, que solo responde a los intereses económicos de las trasnacionales y a obtener dinero como sea. Pero lo que poco se menciona es que la responsabilidad también es de quienes eligen y ya están pregonando, de nuevo, los beneficios de votar por criminales y corruptos que, lógicamente, son enemigos de la paz.

El país tiene la oportunidad de poner fin a tanto sacrificio inútil de colombianos, especialmente campesinos. Que tiene sus costos, los tiene. Pero es mejor jugarle a un proceso que acerque a la convivencia pacífica, al fin de la injusticia social y a la presencia del Estado en las regiones más pobres. Claro que es un sueño. Pero nadie le puede negar a los colombianos el derecho a soñar con volver a compartir tranquila y alegremente con sus amigos en la fonda caminera o en la tienda de pueblo el mensaje de integración, alegría y solidaridad del tiple y el bambuco.

Y hablando de sueños, qué alegría tan grande y qué ejemplo de esfuerzo y superación nos dio nuestra atleta Catherine Ibargüen.

*Ñapa.-Preocupa la cantidad de vaselina que va a tener que utilizar el Procurador con el nuevo destape del proceso 8.000 y la reelección comprada de Uribe.

Credito
HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

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