Petriando y chuzando

La primera impresión por la destitución de Petro fue la del mandado que estaba haciendo el procurador. Mandado que también quedó demostrado con la defensa que ha venido haciendo de los delincuentes conservadores y el esfuerzo por imponer sus creencias religiosas que, por respetables que sean, no deben prevalecer sobre la Constitución.

Infortunadamente un acto jurídico fue aprovechado para sacar a flote intereses de otro orden, especialmente los politiqueros y los económicos, manejados estos por personajes que no hacen cola para beatificación. Se llegó al colmo de aparecer bailando en la fiesta Pachito Santos, el varias veces desechado por el uribismo y que lo único que intentó hacer por Bogotá fue la presunta propuesta a los paracos para crear el Bloque Capital. Apareció bailando solo como loca con escopeta de fisto, para tratar de apoderarse de un movimiento iniciado por alguien que no está buscando camisa de fuerza.

Ese oportunismo barato lo pone a generar la misma confianza de bolardo Peñalosa o de la candidata de la escoria. Un sancocho que indigestaría hasta a los que les pasa lo de los excusados de hoyo. Petro se dedicó a convertirse en mártir y a defenderse. El despelote en la capital es monumental. A quien fuera buen parlamentario le quedó grande Bogotá. Uno de sus primeros actos administrativos fue nombrar para la dirección del IDU a una persona que cuando fue Edil de Teusaquillo y se dio cuenta de que la administración local había comprado un piano para a Filarmónica, promovió una reunión en la sede de esta entidad, para solicitar una contraprestación a cambio de la aprobación de la JAL para dicha compra. Si pidió una contraprestación de $400 a $500 millones de pesos... imaginación es imaginación. Difícil imaginar a Petro como mártir, caudillo, infalible y enviado de la providencia, tratando de liderar la izquierda, donde ha dado brinquitos como Pachito Santos, con un resultado incuestionable y es la fractura de los partidos y movimientos por los que pasa. Todo lo que toca lo acaba y al que no piense como él lo aplasta.

Déjemelos metiéndoles yerbas a su sancocho que reapareció el jueguito de las chuzadas, sin que la prófuga Hurtado y Uribe y su exministro Santos hayan salido a reclamar derechos de autor, y menos ahora que ya todo el mundo sabe en qué va a terminar el libreto. Santos sale a los medios disparando contra supuestos enemigos de la paz, promete hasta miércoles, se orina en los pantalones y recula mostrando falta de carácter y perdiendo posibles reelectores. Chiste pendejo el compromiso del gobierno con los Derechos Humanos. Solo se trabaja en la campaña política y nada que ver con la solución de los problemas sociales.

Cuando el trapiche no muele caña, interrumpe un pescador de Hilarco, muele amarguras y esperanzas que se calman o se animan con guarapo o chirrinche. Que venga la totuma llena y se escuche un bambuco para brindar por el país que queremos sin corrupción, sin impunidad, sin servicios de inseguridad, sin un congreso que se pueda convertir en centro de reclusión alterno y autoridades que no crean que su primera obligación es delinquir. Brindemos junto a la olla donde se cocinan los tamales con masa de maíz, escuchando música hasta el amanecer para disfrutar el desayuno tolimense. Solo exigimos que la justicia deje de tender el petate al mejor postor y que los que controlan el poder dejen de trabajar para robar el Estado.

Ñapa 1.- ‘Música de Parcas’: un buen libro de cuentos del escritor Ómar Alejandro González. Vale la pena su lectura. Una herramienta para talleristas.

Ñapa 2.- “Colombia es un país muy raro: Tiene una clase obrera que no tiene obras, una clase media sin medios y una clase alta sin clase.”

Credito
HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

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