La paz y los agravios

Paz y violencia son los temas centrales del próximo evento electoral. Dos candidatos le apuestan a la paz: Clara López, una mujer con sensibilidad social., formación académica, experiencia administrativa, honestidad y lealtad política y la defensora de los Derechos Humanos que denunció los falsos positivos.

El otro candidato es el presidente candidato, el mandatario con más logros en el intento de ponerle fin al inútil sacrificio de colombianos, especialmente de campesinos. Pero sus buenas intenciones se han visto opacadas por las actuaciones de su Ministro de Agricultura, conocido enemigo de los campesinos y de los pequeños agricultores, de su ministro de defensa, abierto enemigo del proceso de paz, de su Ministro del Interior que se cree la reencarnación de los terratenientes del Cauca que persiguieron a Manuel Quintín Lame y ni pa que mencionar el daño político que le hacen los responsables de la conservación del subsuelo y del medio ambiente.

El bando de los enemigos de la paz lo integran la candidata de un grupo conservador, la veleta que se voltea más que arepa de mute y quien le debe una explicación al país sobre su actuación directa en la tumbada de la mafia de Interbolsa, posiblemente el robo más grande y descarado de los últimos años en Colombia y el ventrílocuo de quien solo respira odio contra quienes cuestionan su pasado. Estos tienen en común su convencimiento que la paz solo se logra con el exterminio de los alzados en armas, siempre y cuando se mantengan las cortinas de humo en beneficio de los paracos y los narcos, y, lógicamente, la jefatura de Álvaro Uribe y la guía espiritual de algunos conversos y fletados.

Cara o sello. Con cara gana usted y con sello pierde el otro. Así es la vaina. Como elector se muere o se suicida. Mientras se decide hace ayuno y cuando salga de este, sólo puede probar de la solida, pero bajita de sal. Se tira la moneda y por donde caiga se corre el riesgo de botar el voto. Pero si se decide a votar, es mejor hacerlo por lo que considere le conviene más al país. Juéguele a la vida o a seguir respaldando a quienes han hecho de la violencia su fuente de enriquecimiento económico, político y social.

El debate se ha reducido a insultos de pandilla dividida. Mucha basura al estilo del J. J. que fue fletado por la mafia. Duro el tajo para el presidente candidato que aunque tiene la cuchara en la mano le va a tocar hacer cambios en su equipo para hacer creer que es amigo de los campesinos y del medio ambiente y demostrar que su cuento anticorrupción no solo es paja, por lo menos en el Tolima.

Ningún interés ha despertado la primera vuelta y se equivocan quienes la ambientan con agravios. Sería mejor que lanzaran ideas, si es que las tienen, frenaran los agravios y pensaran lo conveniente que sería para el país el logro de la paz y acabar con la corrupción.

Credito
HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

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