El problema es la tierra

Los resguardos se establecieron en la colonia para tratar de evitar los abusos contra los indígenas y convertir a estos en vasallos del rey.

Algo fundamental para el resguardo era vivir en armonía con la naturaleza. El fiscal Moreno y Escandón propuso, en1754, separar al indígena de la tierra fusionando, reduciendo y liquidando los resguardos para solucionar el problema de mano de obra de los hacendados, algo que originó problemas sobre legitimidad de titulaciones de tierra. Se creó el Juzgado General de Indias con el propósito de solucionar los conflictos de tierras y venta de derechos y se estableció la medición de terrenos, algo que afectaría los intereses de terratenientes y comerciante. En 1781 se produce “el hecho político con más marcada presencia de masas populares de toda la historia de Colombia”, exigiendo menos impuestos, respeto por la tierra de los indígenas, mejor trato al trabajador y participación en la burocracia. El Movimiento Comunero iniciado en Santander fue traicionado por los poderosos que hacían parte del comando y llevó a José Antonio Galán a marchar hacia la hoya del Magdalena a luchar por los desposeídos con una tropa integrada por solo campesinos e indígenas. Se sublevan los trabajadores y se toman las haciendas, los poderosos se esconden en las ciudades. La insurrección crece rápidamente. Galán se toma a Mariquita y sube a la mina Malpaso, en donde realiza la primera liberación de esclavos de América, y luego pasa a Ambalema desde donde envía emisarios para levantar la insurrección en otros pueblos como y posteriormente marchar a su tierra, con la idea de reactivar el movimiento y terminar descuartizado. Entre los siglos XVIII y XIX crece la arremetida contra la tierra de los indígenas en el Tolima y se consolidan las haciendas y las compañías tabacaleras, aprovechando el trabajo de indígenas e inmigrantes campesinos, en la región Honda-Ambalema, en donde estaban los resguardos Colombaima y Paquiló. Se autorizó la venta de las posesiones de los indígenas, ventas que se justificaron aduciendo la pobreza y necesidad de alimentar la familia. Con la mensura o medida de los predios de los indígenas, se consolida el despojo legal de sus derechos en los resguardos y es cuando aparece Montoya Sáenz y Cia, representada por Antonio Santos, haciendo lo que le viene en gana con la tierra de los nativos y consolidando su poderío económico con maniobras toleradas por autoridades locales. Con testigos falsos “demostraron” que Colombaima y Paquiló nunca había sido de los indígenas, manipulando al alcalde de Ambalema y logrando que el juez parroquial de este lugar, se pasara por la faja al Gobernador de Mariquita cuando intervino a favor de sus dueños ancestrales. Este monopolio pasó a manos de la firma británica Fruhling and Goschen, por incumplimiento de un contrato.

Imposible imaginar lo que pasaría hoy en el país si se vuelve realidad la restitución de tierras y se castiga a los cómplices de los despojos, iniciando por el principio para mejor comenzar, como decía el Pintor Mario Lafont. Del carajo sería ver a los indígenas del Cauca recuperando la tierra robada por los terratenientes que tanto persiguieron a Manuel Quintín Lame. Hermoso imaginar que regresan a sus antiguos dueños las tierras robadas por empresarios del café a partir de la década de los treinta del siglo pasado, que los despojadores acompañaron con asesinatos. Qué tal el ganado devuelto por quienes se convirtieron en ganaderos con el ganado robado durante la violencia? En lugar de verlos devolviendo toca seguir viéndolos oponiéndose a todo lo que signifique restitución, así sea utilizando, como de costumbre, la violencia, la corrupción y el poder politiquero. Tienen razón en oponerse a lo acordado en La Habana sobre Política de Desarrollo Agrario Integral: acceso y uso de la tierra, tierras improductivas, formalización de la propiedad, protección de zonas de reserva forestal, desarrollo social, salud, educación, vivienda y erradicación de la pobreza, estímulo a la economía solidaria y cooperativa, formalización laboral y sistema de seguridad alimentaria, entre otros. La violencia va a dejar de ser su principal fuente de poder. Tienen razón para oponerse. No les son suficientes 917.078 muertos, 34.813, secuestros, seis millones de desplazados y los millones de hectáreas de tierra robadas.

Ñapa.- El próximo 18 de junio se cumplen 233 años de la primera liberación de esclavos en América. Fue realizada por José Antonio Galán en la mina Malpaso de Mariquita. Su rescate se esta adelantando con la colaboración del Mangostino de Oro y la Parroquia El Carmen de ese municipio.

Credito
HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

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