En un ambiente en el cual farsantes y corruptos dan lecciones de ética, cae como piedra en ojo tuerto la lista de aspirantes que salen del muladar politiquero. Cholagogue gritando el número ganador y contando las monedas para pagar la cerveza en Rincón Rico, seguramente diría: se arropan con la misma cobija y saben cómo alzarse con el santo y la limosna.

Somos los que elegimos y los responsables de un Congreso que produce vergüenza y del control que tienen las mafias del poder y la vida nacional. Nos dejamos manipular y engañar por quienes tienen la sartén por el mango y solo buscan ese poder en beneficio propio, incluyendo la impunidad que les asegura la justicia que se compra y se vende y a cuya cima sólo se llega a través de lagartería. Mucha bichirolada y nido de palomas, pero nada a favor del pueblo, especialmente de los campesinos.

Pero el tema obligado es la paz y toca mencionar a las víctimas. No es por muy y a pesar de la amnesia generalizada, las víctimas de la violencia no olvidan que las comisiones investigadoras de este fenómeno tenían la misión de ocultar la verdad sobre los responsables, especialmente los partidos tradicionales, los terratenientes, los gamonales y las fuerzas del Estado.

Perdón tendido a los victimarios y las víctimas al carajo. Solo se acuerdan de ellos en las campañas políticas, porque saben que siempre están dispuestos a que les hagan parados la operación que no se le hace al perro dos veces.

Se avanza en el proceso con la normal oposición de quienes han vivido de la violencia y nos quieren obligar a aceptar que el del Uberrimo es el hombre más transparente y puro del país, para despejar el camino que nos conduzca a la beatificación de Pablo Escobar. Se negocia en medio del fuego sin incluir el que ofrece Pachito Santos, porque no se pactó su cese.

Esta la razón para que las partes sigan dando plomo, se satanicen las acciones de los insurgentes y se bendigan las bajas dadas por las fuerzas del Estado. Y por entre los atajos se presentó como éxito el falso positivo que casi termina con la extradición del carpintero de San Vicente del Caguán. Fue necesario un escándalo periodístico para que se atendiera al agente de la Policía que perdió sus piernas por la explosión de una mina, le pagaran sus salarios y dejaran de cobrarle el armamento que se perdió con sus piernas. Y siguen libres de pecado personajes como Luis Camilo Osorio.

Normal que la paz tenga enemigos porque requiere la verdad y cero corrupción y nada de politiquería. Ya viven su agosto los vividores del postconflicto y se siguen lanzando promesas como la de Mineducación con el país libre de analfabetismo. Como para recordar el grupo de farsantes que prometió lo mismo para el Tolima y solo barrieron hasta con el nido de la perra y convirtieron a la Dorada en municipio tolimense.

De pronto tiene razón los que tiran a la misma olla la delincuencia cultural que galopa en el Tolima y las promesas de democratización en la UT donde un grupo de izquierdosos conversos se oponen al dialogo y lideran la persecución a estudiantes y profesores que piensan diferente y desean mejorar la situación de la universidad.

Estos falsos izquierdistas están ensañados con un profesor excelente, con todos los títulos no solo de universidades de Colombia, sino de Europa, miembro del Comité Departamental de Conciliación. Parece que los directivos de la U no aceptan a los que no son de su capilla.

Pero fuera de vainas el proceso de paz camina llenando de esperanza a quienes creemos que la paz es necesaria y preferimos ponerle fin a las cruces en el camino, a caminar sobre tapetes de odio y sangre para cantarle a la vida.

Ñapa: De lo que llaman justicia se puede esperar de todo, renquea cojea y cambia de muletas por billetes.

En el caso de Antonio Melo Salazar solo mama gallo.

Santos prometió que el servicio militar dejaría de ser obligatorio y… obligatorio es solo para los campesinos.