Jonjoleo

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

*.- Gordo, hinchado, con paperas y cotudo. -Daño que le hizo a Montealegre el salto de Salucoop a la Fiscalía. Llegó prometiendo un duro golpe a la Farc-política y resultó con un falso positivo contra Sigifredo López el diputado sobreviviente de la masacre de diputados del Valle. Comenzó a opinar sobre lo divino y lo humano, como si estuviera compitiendo con el procurador por una candidatura presidencial, hasta que aburrió con tanta verborrea inútil. Se dedicó a disparar, como loca con escopeta de fisto, contra personalidades de la vida pública cuidándose, eso sí, de mencionar el origen de sus odios. Después del falso positivo de Los 15 se atarugó con una colcha de contratos millonarios, incluyendo el del elefantico, (¿???) que lo tienen en la mira de ciudadanos y organizaciones que luchan contra la corrupción y están solicitando su retiro de la Fiscalía, institución que desprestigia y en la que va a dejar como recuerdo, no solo su silencio cómplice en investigaciones sobre financiación del paramilitarismo y sobre narcotráfico. Muy grave el daño que este tolimense le está haciendo a la justicia, desprestigiada a más no poder. Con razón son varios los sorprendidos por no ver en la lista de exmagistrados contratados al Diablo Villarraga. Muy jodido pedirle ahuyamas a un palo de aguacate.

*.- Excursiones peligrosas. Es tiempo que rectores de instituciones educativas y asociaciones de padres de familia le pongan el ojo a esas excursiones de grado convertidas en festivales de droga. Preferible organizar paseos culturales, con visitas a museos y recorridos por sitios de interés cultural. Nada mejor que un descanso con enriquecimiento espiritual.

*.- El festín de avales sirvió para demostrar la existencia de agrupaciones políticas carentes de principios ideológicos y con dirigentes sin autoridad moral que solo trabajan por beneficios personales. Se amplió el espacio para delfines que como soporte solo tienen apellidos con deudas no saldadas con los colombianos. Demostró, una vez más, la carencia de una clase dirigente que piense más en el bienestar del pueblo que en el de los que se acostumbraron a saquear el erario y a perpetuar la corrupción y la impunidad. Los candidatos son, en su gran mayoría, parte de la avanzada de la corrupción, en todos sus matices, para la feria de la compra de votos en rumba que se viene y en la cual no está en juego el futuro del país. Por ahí aparecen islas en medio del muladar. Llama la atención, por ejemplo, Mario Bran, el hombre del carrito de dulces frente a Asotrauma. El carrito le ha dado para atender a su madre, estudiar y terminar su carrera de Derecho y organizar una asociación de vendedores informales, entre otros logros. Profesionales y auxiliares de la salud que prestan sus servicios en el sector, las asociaciones de vendedores informales, sin incluir las mafias que arriendan el espacio público, y amigos de otros sectores de la ciudad, lo animaron para lanzarse al concejo de Ibagué y figura con el número 15 en la lista de Opción Ciudadana. Mario piensa en mejorar las plazas de mercado y darles vida cultural, adelantará gestiones para elevar el nivel de los informales y dará atención especial al sostenimiento de estudiantes de las universidades. Un ejemplo de superación y vocación de servicio que merece respaldo.

*.-Enorme el oso de los organizadores de los Juegos Atléticos Nacionales en Ibagué. Mucha plata tirada sin saber a dónde. Costosos asesores que no descubrieron por donde sale el sol, ni se dieron cuenta que las piscinas funcionan con agua. En medio de tanta mediocridad e imbecilidad dizque prometen amplios espacios para organizar competencias del Juego del Perrito.

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