El campo y la paz

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

Más de medio siglo de un conflicto armado por la tierra, iniciado por terratenientes y fuerzas armadas del Estado y no por campesinos, no llega a un feliz término de la noche a la mañana. El campesino, la principal víctima de la violencia quiere y necesita la paz. No quiere que sus hijos, como guerrillos, soldaos o policías, sigan siendo sacrificados defendiendo intereses que le son ajenos. Quiere vivir y trabajar tranquilo en su propia tierra. No quiere seguir sembrando cruces en los caminos y seguir huyendo permanentemente. Está cansado de promesas de politiqueros corruptos y de comerciantes de la violencia. A lo mejor, no entiende lo que pasa con las negociaciones en La Habana, pero quiere la paz. El está listo para la reconciliación en el posconflicto que es el negocio de moda de los vividores oportunistas. Otra cosa piensan quienes se oponen a que el país conozca la verdad y a la devolución de tierras obtenidas irregularmente durante la violencia.

No se pueden negar los logros alcanzados con las negociaciones en La Habana y que son muchas las esperanzas que la firma y ratificación popular de los acuerdos, signifiquen un gran paso hacia la conciliación y la paz. El proceso va a ser lento y con muchas dificultades porque llega la etapa de cumplir y darle vida legal a lo acordado, especialmente a los temas relacionados con el campo, las víctimas, la verdad, el medio ambiente, la salud y la participación política, entre otros.

Esta oportunidad de soñar un país sin el sacrificio inútil de vidas de colombianos, merece ser valorada y respaldada por quienes deseamos una verdadera transformación del país, respetando, eso sí, las opiniones de quienes piensen diferente. De pronto puede ser la oportunidad de acostumbrarnos a dialogar.

*.- Salucoop- Montealegre- Bustos- Pretelt- Montealgre- Palacino- el Cartel del anillo. Ley 100 de 1993- El ex magistrado Iván Velásquez (con varios reconocimientos internacionales) sacado a sombrerazos para que Bustos metiera en la Corte a Álvaro Pastas, el hoy defensor del marido de la Gata condenado por nexos con el paramilitarismo- Montealegre- Saludcoop- Ordóñez.

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