*.- El galeón San José naufragó en aguas colombianas, a raíz de un ataque de piratas ingleses, cuando viajaba cargado de tesoros robados a aborígenes del Perú y Colombia. Ubicado el galeón aparecen descendientes de los ladrones de la época del naufragio a reclamar derechos sobre lo robado. Solo falta que nos manden un virrey a organizar cuadrillas de esclavos, y de paso quitarle trabajadores a algunos terratenientes para explotar las minas de oro en manos de las transnacionales ante las cuales el gobierno vive de rodillas y les aplaude su labor en la destrucción del medio ambiente.
*.- Tanto escándalo con miembros de la Policía Nacional no parece gratuito ni nuevo. Abuso de autoridad, vinculación con pandillas delincuenciales, micro y narcotráfico, extorsión, cartel del anillo, zancadillas entre oficiales, chuzadas a periodistas, entre otros. Todo parece indicar que es necesario un proceso de depuración o limpieza en la entidad para recuperar la confianza perdida y no termine como el DAS. Hay oficiales y agentes leales a la institución, respetuosos de la Constitución y con vocación de servicio a la comunidad. Recuerdo al único agente de Policía en el caserío El Hatillo, entre Mariquita y Fresno, varias veces asaltado por Desquite. Convirtió el caserío en un jardín, estaba pendiente de la asistencia de los chinches a la escuela, atendía las urgencias de la población, organizaba fiestas populares y peregrinaciones religiosas. En una ocasión un campesino informó sobre el robo de once bestias por parte de los guerrillos. Par de gaseosas y unos panes al morral y uniformado y sin armas tomó camino. Al otro día llegó con las bestias y dos gallinas regaladas por los guerrillos, que fueron utilizadas para el sancocho de celebración. Esos son los oficiales y agentes que necesitan la policía y el país.
*.- Ganó Venezuela con el triunfo de la oposición. El gobierno aceptó el resultado y Maduro cambió su discurso agresivo por uno un poco amable. Es posible que se inicien los diálogos. Solo se espera que el nuevo ambiente político mejore el bienestar de los hermanos vecinos.
*.- Premio a la imbecilidad. Varios años en el segundo piso del Teatro Tolima sin llegar a entender lo que es cultura y patrimonio cultural, le dieron méritos para aspirar, según la prensa, a la dirección de los carruseles culturales del municipio. Por lo visto le va a tocar adulterar actas en otra parte.
*- Los emprendedores que piden limosna para publicar un libro no autorizado, están cuadrando el cuento del premio literario no pagado y lo de la galería encantada.
*.-Cine tolimense. Salimos de la película filmada en el Líbano en los días del general Echeverry cuyas copias se desaparecieron. Ahora sí podemos hablar de cine tolimense con el largometraje “Paisaje indeleble”, filmado en el Tolima y dirigido por el tolimense Jaime Barrios Martínez. Se está presentando en Aqua (Royal Films Ibagué) y es una oportunidad para recrearse con elementos de nuestra identidad cultural y admirar el talento de esta tierra. Una película para ver.
*.-Santa Chava.- Se espera la solidaridad de los paisanos con el niño Daniel Mendieta, hospitalizado en el Federico Lleras a raíz de un grave accidente de campo. Contacten a su padre, Gerardo, al celular 3124554895. La tierra nos llama.
* Colombia libre de analfabetismo en el 2018, promete el gobierno nacional. El del Tolima prometió lo mismo hace varios quinquenios y de eso quedó el recuerdo de la cartilla donde figuraba La Dorada como municipio del Tolima, la figuración de unos robanderos y el despliegue dado al que cobraba por los traslados de maestros.
*La firma de los acuerdos no son la paz, pero si abren el portillo para caminar hacia ella. Se ha demostrado que es posible frenar el sacrificio inútil de vidas de campesinos, las principales víctimas de esta lucha por la tierra que solo ha beneficiado a quienes iniciaron la violencia y, lógicamente, no ven con buenos ojos el éxito del proceso en marcha. Como víctima de la violencia (el Taita, un tío abuelo, dos hermanos, perdida del patrimonio, desplazamiento, …) me la juego con la paz, con chiritos y todo. Mis hijos, mis nietos y mis amigos tienen derecho a un futuro con sueños de alegría y de bienestar.
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