La vida es sagrada. El derecho a la vida es inviolable y para su existencia es indispensable el agua. Esta necesidad es universal, ya que todos los hombres y mujeres, sin distingos de raza, religión, opinión política, idioma y cualquiera sea el lugar donde se encuentren o la posición social que tengan, requieren del agua para subsistir. El agua es fuente de vida y el derecho a la misma es un derecho humano fundamental, reconocido por nuestra Constitución, que tienen que garantizar el estado y quienes de una u otra forma tengan algo que ver con el uso de este recurso por parte de la población.
La crisis actual que sufre el país por falta de agua no se soluciona con discursos veintejulieros ni beneficiando desde el Gobierno nacional a los destructores del medio ambiente. Con toda razón es de buen recibo la propuesta, legal y científicamente sustentada, de la consulta popular presentada por el Alcalde de Ibagué al Concejo de la ciudad, consulta en la cual se le preguntará a la ciudadanía: ¿Está usted de acuerdo, sí o no, con que en el municipio de Ibagué se ejecuten actividades que impliquen contaminación del suelo, pérdida o contaminación de las aguas, o afectación de la vocación agropecuaria y turística del municipio, con motivo de proyectos mineros?”.
El llamado es a votar en consciencia, teniendo en cuenta la vida, la dignidad y el futuro de los tolimenses, derrotando a quienes consideran que el cianuro y el mercurio no contaminan y que es más importante recibir el flete por apoyar la destrucción de nuestra vida, del medio ambiente y el futuro de las próximas generaciones.
Jorge Eliécer Barbosa murió adorando a Cajamarca e insistiendo que “La música es la huella digital de los tolimenses”. En homenaje a Jorge Eliécer, a los habitantes de Cajamamarca y a los defensores de la vida, del medio ambiente, cantemos ‘Sí a la vida: canta un Pijao’, del maestro Jorge Humberto Jiménez:
“Porque llevo en el alma un
río y una montaña en el corazón,
Porque soy como el árbol
libre que va creciendo mirando al Sol,
Hoy por eso un nuevo verso,
ha brotado en mi canción
Y es un verso que reclama
defender lo que soy…
Soy del Tolima de donde
brotan aguas sagradas,
Vida y belleza que desde
siempre nos acompañan,
Por qué pretenden minar su entraña,
Por qué la vida por muerte cambian,
Por qué el cianuro, por qué me atacan,
Yo soy el árbol, yo soy montaña…
Porque llevo en el alma un
río y una montaña en el corazón,
Porque soy como el árbol
Libre que va creciendo mirando el sol,
Hoy por eso un nuevo verso,
ha brotado en mi canción
Y es un verso que reclama
Defender lo que yo soy…
Soy del Tolima, desde el
nevado mi voz yo lanzo,
Retumba un coro por sus
Montañas y por su llano.
Que en esta tierra queremos vida.
Que nadie puede vender montañas.
Que por la suerte de nuestros hijos,
Todo el Tolima… ¡en firme avanza!
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