Solidaridad

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

Llama la atención que la situación que vive la Universidad del Tolima, no cuente con manifestaciones de preocupación por parte de la sociedad tolimense.

Muchos atribuyen este fenómeno a la falta de reconocimiento por parte de la comunidad, sobre los grandes aportes que la UT ha hecho al desarrollo del departamento, a la no adecuada divulgación de sus logros, al poco contacto con la comunidad, a los rifirrafes politiqueros o de otros intereses convertidos en algo más importante que la suerte de la Universidad.

Lamentable, por decir lo menos, la falta de solidaridad con nuestra alma máter, manifiesta la necesidad de que esta divulgue sus logros y sus necesidades, incluyendo las presupuestales, que la tienen al borde de negarle el derecho a la educación a miles de estudiantes.

Claro que no sobraría que la comunidad conociera algunos lunares negros que la afectan, como la cantidad de giradores, la falta de solidaridad, no de servilismo, de directivos con la rectoría y, así como por entre las ramas, la situación del Museo Antropológico que se cierra y abre como tienda de pueblo que nada vende cuando el dueño está de paseo. La inadecuada utilización de este recurso cultural merece atención y una buena administración.

Con un tinto en la cafetería estudiantil, que no es de los estudiantes, de pronto salen a flote billetes de tres pesos, que en parte son causantes de la crisis, pero que no minimizan la urgencia de llamar a la solidaridad con la Universidad del Tolima.

La UT hace parte de nuestra identidad. Es el más valioso patrimonio educativo que tenemos al alcance de los jóvenes tolimenses y de otros lugares, de escasos recursos económicos, pero ávidos de conocimientos.

Dentro del grupo de sus profesores hay una inmensa calidad y deseos de servir, que no se compadecen con los exiguos sueldos que reciben. No podemos ser indiferentes frente a la crisis y al futuro de la universidad.

Es hora de unirnos para sacarla adelante y fortalecerla día a día, convencidos plenamente que la mejor inversión que pude hacer un estado y una sociedad es la educación. Superar la crisis de la U.T es algo que debe unirnos a todos los tolimenses que pensamos en un mejor futuro para esta tierra martirizada por los politiqueros, los mercaderes de la violencia, los corruptos y los mafiosos.

Y solidaridad es lo que tienen que demostrar los ibaguereños con la consulta en defensa del medio ambiente liderada por el alcalde del municipio. Va a ser un ejemplo a seguir en muchos municipios de Colombia.

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